Miles de palestinos comenzaron a regresaron ayer a lo que queda de sus hogares en el norte de Gaza, después de que el Ejército israelí haya abierto a las 7 de la mañana, hora local, el corredor de Netzarim, en aplicación del acuerdo de tregua con Hamás. La apertura fue posible tras el compromiso de Hamás de liberar a otras tres rehenes israelíes antes del próximo sábado.
El corredor de Netzarim es una carretera que atraviesa Gaza de este a oeste, creada por Israel para dividir el enclave durante la guerra. Centenares de miles de personas, expulsadas por Israel hace más de un año, marcharon hacia el norte a pie, con sus escasas pertenencias o sus hijos a cuestas, a lo largo de la carretera de Rashid, ubicada en la costa y que atraviesa el enclave de norte a sur. Desde las 9 de la mañana comenzaron a pasar también vehículos por la carretera de Salah al Din, previa inspección a cargo de una empresa independiente.
Alrededor de 650.000 personas abandonaron el norte de la Franja y se convirtieron en desplazados en otros lugares del enclave tras el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás atacó el sur de Israel y provocó la respuesta israelí que costó la vida a más de 47.000 gazatíes.
Las Fuerzas Armadas israelíes advirtieron a los palestinos de que no deben «dirigirse hacia territorio israelí» o «transportar a militantes o armas». El ministro de Defensa, Israel Katz, aseguró que Israel «aplicará estrictamente» el alto el fuego. «Quien rompa las reglas o amenace a las fuerzas del Ejército pagará el precio total. No permitiremos un regreso a la realidad del 7 de octubre», amenazó Katz.
REGRESO COMO UNA «VICTORIA»
Hamás celebró el regreso de la población al norte de Gaza como una victoria y una «declaración del fracaso y derrota de la ocupación y sus planes de desplazamiento».
«Las escenas del retorno de las masas de nuestro pueblo a las áreas de las que fueron forzados a marcharse a pesar de que sus casas están destruidas confirma la grandeza de nuestro pueblo y su firmeza, a pesar del profundo dolor y la tragedia», aseguró Hamás.
Los desplazados viven el regreso con alegría. «Gaza es nuestro hogar, ha sido nuestra casa toda nuestra vida, donde nacimos, y seguirá siendo nuestra», declaró a Efe Fares Oweida, un joven de Beit Lahia cuya casa ya no existe. «Es como si naciera de nuevo, y otra vez somos victoriosos», explicó a Reuters Umm Mohammed Ali, una de las mujeres que caminaba hacia el norte.
El retorno, sin embargo, no será fácil, porque el 90% de los edificios e infraestructuras de la zona están destruidos. Solo en la localidad de Beit Lahia, 100.000 personas se quedaron sin hogar.
El Gobierno de la Franja, controlado por Hamás, pidió de forma urgente 135.000 tiendas de campaña para albergar a los que regresan, y que se están asentando en campamentos improvisados.
CANJE DE REHENES
El regreso de los palestinos al norte de Gaza debía haberse producido el sábado, después de la segunda liberación de rehenes fruto de la tregua que entró en vigor el domingo 19 de enero. Sin embargo, Israel alegó que Hamás no había cumplido su parte de lo acordado por no liberar a la rehén Arbel Yehud.
El domingo, cuando miles de palestinos esperaban en la carretera de Rashid a que Israel permitiera el acceso al norte, el Ejército israelí abrió fuego y mató a dos personas.
Israel aseguraba que Yehud, una civil, tenía prioridad sobre las mujeres soldado puestas en libertad. Hamás sin embargo negó que esto estuviera reflejado en el acuerdo. En la noche del domingo, finalmente, Hamás ofreció un canje adicional para el próximo jueves con tres rehenes: Yehud, la soldado Agam Berger y una tercera personas cuya identidad se desconoce. El canje previsto para el próximo sábado se mantiene.
Un dirigente de Hamás asegurado a Reuters que el grupo dio a Israel y a los mediadores (Catar, Egipto y EEUU) una lista de los rehenes a liberar, según la cual 25 de los 33 que deben ser liberados en la primera parte de la tregua están vivos.
MUERTOS EN CISJORDANIA
Mientras la tregua se mantiene en Gaza, Israel continúa con sus operaciones militares en Cisjordania, las mayores de los últimos años, y que siguen el patrón del comportamiento de las tropas en la Franja.
Este lunes, dos palestinos murieron por un bombardeo contra un vehículo en el campamento de refugiados de Nur Shams, en Tulkarem, y otros tres resultaron heridos, según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
El Ejército confirmó el ataque, que justificó como una operación conjunta entre las Fuerzas Armadas y la Agencia Interior de Seguridad (Shin Bet).
Tulkarem y el campamento de Nur Shams son, junto a Yenín, uno de los bastiones de las milicias palestinas en el norte de la Cisjordania ocupada. La ofensiva israelí contra Yenín, bautizada como Muro de Hierro, se cobró la vida de más de una decena de personas. El sábado, los militares israelíes mataron a una niña de dos años de un tiro en la cabeza.
EEUU APOYA A NETANYAHU
Por otra parte, el nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, habló con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y le trasladó su compromiso de que Israel tenga «las capacidades que necesite para defenderse».
«El secretario destacó que Estados Unidos está plenamente comprometido, bajo el liderazgo del presidente (Donald) Trump, a garantizar que Israel tenga las capacidades que necesita para defenderse. Ambos líderes acordaron permanecer en estrecho contacto», detalló el Pentágono en una nota.
Trump lanzó la idea de expulsar a 1,5 millones de palestinos a Jordania y Egipto para «limpiar» Gaza.(RTVE.es)