miércoles, marzo 12, 2025
InicioSeccionesNacionalCría de perezoso se recupera tras los incendios forestales
Santa Cruz

Cría de perezoso se recupera tras los incendios forestales

En medio de la tragedia que dejaron los incendios forestales en Bolivia, en 2024, la historia de Tara, una cría de perezoso, se erige como un símbolo de resiliencia y esperanza. Su caso evidencia el extenso y complejo proceso de rehabilitación que enfrentan los animales silvestres afectados por desastres ambientales.
Tara fue encontrada en septiembre pasado, por una familia del poblado Santa María en Guarayos, Santa Cruz. Aunque la zona no fue alcanzada por el fuego, la pequeña se vio envuelta en una densa nube de humo que resultó letal para muchas especies. Decenas de perezosos murieron intoxicados por la mala calidad del aire. Tara, una cría, resistió durante días aferrada al cuerpo sin vida de su madre hasta que, debilitada, cayó al suelo. Su rescate marcó el inicio de una ardua travesía de recuperación en el Santuario Ambue Ari, gestionado por la Comunidad Inti Wara Yassi (CIWY).
Desde su llegada al santuario, la cachorra requirió atención veterinaria especializada. Se le administró suero subcutáneo para combatir la deshidratación y mejorar sus signos vitales. Sin embargo, la batalla por su supervivencia no fue sencilla: la pérdida de peso, la anemia y el trauma por la pérdida de su madre dificultaron su progreso, incluso con un equipo experto apoyándola.
Con el tiempo, Tara fue trasladada a distintos recintos para favorecer su adaptación a un entorno cada vez más natural. Finalmente, se le construyó una jaula mediana en plena selva, donde pudo continuar su rehabilitación minimizando el contacto humano. Uno de los mayores desafíos en esta etapa fue encontrar su alimentación ideal. Uno de los veterinarios que la trató debió aprender a identificar las hojas que prefería, entre ellas las del ambaibo, toborochi, pacay y cacao.
Cinco meses después de su rescate, biólogos y veterinarios de CIWY determinaron que Tara está lista para regresar a su hábitat. Ahora, Ambue Ari, con sus mil hectáreas de selva protegida, se convierte en su nuevo hogar, un espacio libre de cazadores y alejado de las llamas.
Su caso resalta la importancia de la rehabilitación de fauna silvestre y el tiempo que demanda la recuperación de un animal afectado por desastres ambientales. Su historia también es un recordatorio de los esfuerzos humanos por revertir los daños causados por los incendios forestales y otras amenazas al ecosistema. (La Región, con datos de CIWY)

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES