martes, febrero 25, 2025
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Nada detiene a la inflación y se puede repetir el récord de Evo en 2008

Willy Marcos Chipana Mamani

Se cumple la segunda semana sin comer carne de res, porque su valor continúa elevado en el mercado de Villa Dolores de El Alto, debido a que el kilogramo supera los Bs 40. La vendedora me dijo: «Caserito, la carne está cara y va a seguir subiendo, los ganaderos no quieren bajar el precio».

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los bienes y servicios que registraron una mayor inflación en enero de 2025 fueron el tomate (27,3%), el transporte en minibús (7,1%), la papelería (5,2%), la carne de pollo (4,86%), la carne de res sin hueso (4,2%) y el almuerzo (1,5%), por causa del clima, los derrumbes que se registraron en varias carreteras y las decisiones acordadas para la subida de los pasajes en el transporte público. Se debe recordar que la inflación en 2024 alcanzó el 9,9%, lo cual es menor con relación a lo registrado durante el gobierno de Evo Morales (2008), que fue del 11,8%.

La inflación es el aumento de los precios de bienes y servicios en una economía. Esto hace que el dinero pierda valor, es decir que, con la misma cantidad de dinero se puede comprar menos cosas.

Este escenario de inflación repercute en la subida de los precios de los bienes y servicios de mayor demanda de la población, como son los alimentos, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, educación, prendas de vestir, calzados, bienes y servicios domésticos. A su vez, esta situación agrava las condiciones económicas de las familias de escasos recursos porque no sólo deben sopesar el alza de los precios, sino también la devaluación de sus ingresos, debido al aumento del valor de la divisa estadounidense en el mercado negro.

Las acciones realizadas por el gobierno, consistentes en abrir tiendas Emapa, realizar ferias o controles, no son la solución al problema porque su causa radica fundamentalmente en la escasez de dólares, la falta de diésel y gasolina, la poca capacidad productiva existente que permita elevar la oferta, los problemas climáticos, la especulación y el contrabando a la inversa.

Además, los bienes y servicios que adquieren los productores del mercado mayorista marcaron un aumento sostenido de los precios, lo que aleja cualquier posibilidad de rebaja en el mercado minorista o al detalle. Este factor se puede apreciar en el Índice de Precios al Por Mayor (IPM) porque entre enero y noviembre de 2024 se registró un aumento del -0,29% al 8,69%; y en enero de 2025, se registró 1,4%, lo cual es mayor con relación a similar mes del año anterior.

El IPM es un indicador que mide la variación de los precios de los bienes que son transados en la comercialización mayorista, que pueden ser nacionales o importados. El objetivo del IPM es disponer de un indicador que muestre la evolución de los precios de los distribuidores, fabricantes e intermediarios.

Por lo expuesto, por ejemplo, los productores de carne de pollo o de azúcar cada vez compran materia prima (maíz o medicamentos) del mercado mayorista con precios elevados, lo que causa que los bienes que ellos comercializan en el mercado minorista o al detalle tengan que elevarse. Similar situación se aplica para los productores de calzados o de aceite comestible.

Por lo visto, todo hace prever que este año la inflación será igual o mayor al año anterior, debido a que el modelo económico aplicado no genera las condiciones para el aumento de la producción de diferentes bienes y servicios en el mercado interno. Según el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, se proyecta una inflación del 7,5%.

Empero, los datos expuestos demuestran que nada detiene a la inflación y todo apunta a que se repetirá el récord que alcanzó durante la gestión de Morales (2008), cuando llegó al 11,8%. Este año, el escenario económico está marcado por un proceso eleccionario, que demanda de los postulantes a la presidencia el planteamiento de un nuevo modelo económico que genere cambios estructurales y certeza en la población.

 

¿Qué hacer?

Es necesaria la implementación de un modelo económico, que implique políticas monetarias, fiscales, cambiarias y una normativa que incentive la inversión externa o interna en el sector productivo. Asimismo, el recalentamiento de la economía pasa por un incentivo al turismo.

A su vez, el desarrollo de las cadenas productivas en los diferentes sectores productivos en el occidente, a partir de la implementación de tecnología. El objetivo de la tarea debe ser aumentar la oferta de bienes y servicios, por ejemplo, el incremento del hato ganadero bovino para generar un equilibrio en el precio de la carne de res.

También será importante la implementación de tecnología productiva en el oriente, para elevar la productividad no sólo para el mercado interno, sino también para la exportación, cuya finalidad debe ser la generación de recursos.  El cierre de las empresas estatales deficitarias y el tema de la subvención a los carburantes y alimentos debe ser definido por las futuras autoridades de gobierno, por los efectos que pueda generar.

En el ámbito de la política fiscal, es menester que los mineros cooperativistas auríferos y los cocaleros tributen al fisco de forma proporcional a las ganancias que obtienen. La finalidad debe ser la generación de recursos para que el Estado cubra las necesidades existentes.

 

El autor es Periodista y Docente universitario.

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