El Carnaval de Oruro ayer, una vez más, fue una muestra impresionante de la riqueza cultural boliviana y de la fe en la Virgen del Socavón; un espectáculo que atrajo a miles de visitantes de todo el mundo.
Las calles de la ciudad del Pagador se transformaron en un escenario vibrante, donde más de 60.000 fraternos y 15.000 músicos dieron vida a las danzas folklóricas más emblemáticas de Bolivia.
La diablada, morenada, caporales, tinku y muchas otras expresiones artísticas llenaron de color y alegría el recorrido de más de seis kilómetros hacia el Santuario del Socavón.
La “Entrada de Peregrinación”, nuevamente más que una fiesta, se constituyó en una manifestación de la identidad nacional. Cada danza, traje y melodía contaron una historia de fe y devoción a la “Mamita del Socavón”.
El Carnaval de Oruro también es un motor económico para la región. Se estima que este año, el evento generó un movimiento económico de al menos 400 millones de bolivianos, superando las expectativas iniciales. Este impacto positivo se refleja en el sector turístico, hotelero, gastronómico y de servicios.
La fiesta en la Capital del Folklore continúa hoy con el Corso y concluirá el lunes con una demostración de la danza de la diablada, la más icónica a realizarse en la Avenida Cívica.
