Kabul.- El balance de víctimas por el atentado múltiple perpetrado el sábado en las inmediaciones de una escuela femenina de educación secundaria en la capital de Afganistán, Kabul, ha ascendido a 63 muertos y más de 150 heridos, según informó ayer el Ministerio del Interior afgano.
Según testigos citados por la cadena Tolo News, el atentado comenzó con la explosión de un coche bomba cuando las estudiantes de la escuela Sayed ul Shuhada salían de clase.
La primera detonación, con un coche bomba, fue seguida de otras dos explosiones con artefactos explosivos improvisados que se colocaron en la zona.
El atentado ocurrió concretamente en la zona de Dasht e Barchi, un barrio de población chií y hazara, según ha indicado el portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian, a la agencia DPA. Hasta ahora ningún grupo ha asumido la responsabilidad del atentado.
PRIMEROS FUNERALES
Ayer comenzó los primeros funerales de las víctimas, a los que han acudido algunas de sus compañeras supervivientes con la promesa de que reanudarán sus estudios lo antes posible.
«Nos levantamos después de caernos. Nadie ni nada nos impedirá obtener una educación», declaró la estudiante Madina Nekzad.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha condenado el atentado y ha afirmado que «los talibán, al intensificar nuevamente la violencia, demuestran que no tienen interés en una solución pacífica a la crisis actual y buscan complicar la situación».
Sin embargo, el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, condenó el atentado y ha dicho que «es la acción de círculos siniestros que operan en nombre de Estado Islámico y bajo las alas y cobertura de los servicios de Inteligencia de la Administración de Kabul».
Asimismo, el presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdulá Abdulá, ha señalado que «estos cobardes ataques terroristas son imperdonables, inaceptables y crueles». «Las palabras son insuficientes para condenar este suceso inhumano y contrario al islam», ha subrayado.
La primera reacción de la comunidad internacional ha llegado de la mano de la misión de la Unión Europea en el país, que ha calificado el ataque de «horrendo», así como de «despreciable acto de terrorismo».
«Este ataque ha fijado como objetivo principal a las estudiantes de una escuela de chicas, lo que le convierte en un ataque contra el futuro de Afganistán», ha lamentado la misión en su cuenta de Twitter.
En esta línea, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) lamentó la muerte de civiles en «el último y horrible ataque terrorista en Afganistán». «Los ataques contra civiles, incluidas estudiantes de un colegio en Dasht-e Barchi en un atentado con coche bomba, es una violación flagrante y despreciable del Derecho Humanitario», dijo.
«Condenamos este ataque en los términos más firmes posibles. Los responsables deben rendir cuentas y los que apoyan sus acciones deben estar totalmente avergonzados. El ataque es un ataque no sólo contra la población afgana, sino contra todos los que en el mundo respetan la igualdad de derechos de mujeres y niñas y los que valoran la educación y el derecho de los niños a forjar sus futuros», valoró.
ALTO AL FUEGO
De esta forma, recordó a través de un comunicado que «la UE ha pedido de forma consistente un alto el fuego inmediato en Afganistán, con el que se pueda lograr una paz duradera a través de un acuerdo político inclusivo y negociado entre afganos».
«Nuestra prioridad sigue siendo apoyar un Afganistán próspero, estable y seguro, en el que los Derechos Humanos de todos, incluidas mujeres, niños y minorías, son protegidos y respetados», zanjó en su texto, publicado a través de su página web.
Por su parte, el representante civil de la OTAN en Afganistán, Stefano Pontecorvo, tildó de «cobarde y repulsivo» el atentado. «El pueblo afgano recordará a quienes mantienen la violencia en niveles inaceptables y crean las condiciones para estas acciones atroces. Den una oportunidad a la paz», ha dicho.
A las condenas se ha sumado la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), que mostró su «repugnancia» por el atentado, que ha descrito como «una atrocidad». «Nuestras sentidas condolencias a las familias de las víctimas», señaló, antes de desear una «rápida recuperación» a los heridos.
Asimismo, la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore, condenó «en los términos más enérgicos» el atentado y ha incidido en que «la violencia en o alrededor de las escuelas nunca es aceptable». «Las escuelas deben ser un remanso de paz en el que los niños puedan jugar, aprender y socializar de manera segura», arguyó.
«Los niños nunca deben ser el objetivo de la violencia. Unicef sigue haciendo un llamamiento a todas las partes en conflicto para que se adhieran a los Derechos Humanos y al Derecho Humanitario, así como para que garanticen la seguridad y protección de todos los niños», ha remachado.
Por último, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha condenado el «ataque bárbaro» en Kabul y ha trasladado sus condolencias a las víctimas, «muchas de las cuales son niñas». «Pedimos un fin inmediato de la violencia y de los ataques sin sentido contra civiles inocentes», dijo el portavoz del Departamento, Ned Price.
«Seguiremos apoyando a la población de Afganistán, que está determinada a ver que los avances de las últimas dos décadas no son eliminados», resaltó a través de un breve comunicado publicado en la web del Departamento de Estado.
El encargado de negocios de Estados Unidos en Afganistán, Ross Wilson, ha tildado de «aborrecible» el ataque. «Con muchos muertos, este acto imperdonable contra los niños es un asalto conrta el futuro de Afganistán que no puede ser tolerado. Mis más profundas condolencias a los estudiantes y familias que han sufrido», señaló a través de su cuenta en Twitter. (Europa Press)