El Papa Francisco permanece estable horas después de sufrir su última recaída y pudo cambiar la mascarilla que le ayuda a respirar por una cánula nasal, cuando se cumplieron ayer 19 días de su hospitalización.
La recaída fue provocada por una “importante acumulación” de mocos en los bronquios, que los médicos aspiraron con dos “broncoscopias”, según los detalles difundidos.
“La situación puede considerarse estable, pero con un cuadro clínico complejo”, indicó una fuente vaticana, precisando que el Papa, cuyo pronóstico continúa siendo reservado, debido a que aún no está fuera de peligro.
El Sumo Pontífice fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero por una bronquitis, que derivó en una doble neumonía, su estado sufre altibajos, que activaron todas las alarmas. (Agencias)
El Papa respira sin mascarilla luego de su última recaída
> Informaciones oficiales indicaron que el Sumo Pontífice “se levantó y continuó su tratamiento”; cambió en la mañana la mascarilla que le administra oxígeno.
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