Con la llegada de nuevas tecnologías, en diferentes ámbitos profesionales se han acelerado proyectos o perfeccionados los ya existentes. Nuevas tecnologías aplicadas desde colegios, universidades u otras entidades permitieron ofrecer nuevos programas para producir audio, video, entre otros.
Pero estas nuevas tecnologías, que incluyen la Inteligencia Artificial (IA), también llegaron a manos de quienes buscan mecanismos ilícitos para obtener ingresos económicos de manera “fácil”. El uso de nuevas tecnologías logró cambiar esquemas tradicionales a los que la gente estaba acostumbrada, para evitar ser víctima de robo, cuento del tío, cambiazo y otros delitos realizados de manera presencial.
Desde el Observatorio de Delitos Informáticos de Bolivia (ODIB) se alertó a la ciudadanía sobre el uso de métodos sofisticados, incluyendo IA, para suplantar medios de comunicación bolivianos o hacer uso de audios falsos para ofrecer empleos. Esto ocurrió el 10 de febrero en La Paz, donde un grupo delictivo usaba la voz del ministro de Educación, Omar Veliz, para que 19 víctimas depositarán de forma inicial, mediante QR, Bs.3.500, a quienes se les ofreció ítems en el área de educación.
Organismos de investigación nacional e internacional en su momento advirtieron al público que los delincuentes explotan la IA generativa para cometer fraudes a mayor escala, lo que aumenta la credibilidad de sus planes. La IA generativa reduce el tiempo y el esfuerzo que los delincuentes deben dedicar a engañar a sus objetivos. Tal IA toma lo que ha aprendido de los ejemplos ingresados por un usuario y sintetiza algo nuevo en función de esa información. Estas herramientas ayudan con la creación de contenido y pueden corregir errores humanos que, de otro modo, podrían servir como advertencias de fraude. La creación o distribución de contenido sintético no es inherentemente ilegal; sin embargo, ese contenido puede usarse para facilitar delitos, como el fraude y la extorsión.
Los delincuentes utilizan la IA generativa para crear voluminosos perfiles ficticios en las redes sociales que usan para engañar a las víctimas, para que les envíen dinero. Crean mensajes para enviarlos a las víctimas más rápidamente, lo que les permite llegar a un público más amplio con contenido creíble.
Los delincuentes utilizan herramientas de IA generativa para ayudar con las traducciones de idiomas y limitar los errores gramaticales u ortográficos que cometen los delincuentes extranjeros que tienen como objetivo a víctimas extranjeras. También generan contenido para sitios web fraudulentos, destinados a realizar fraudes en inversiones en criptomonedas y otros esquemas de inversión.
Los delincuentes incorporan chatbots potenciados por IA en sitios web fraudulentos para incitar a las víctimas a hacer clic en enlaces maliciosos.
Por lo descrito, hoy más que nunca uno debe verificar el origen de una imagen, un audio y más aún si se trata de alguna solicitud realizada supuestamente por algún familiar, amistad u ofertas laborales, económicas que aparentan ser atractivas y, al final, se convierten en estafas, de gente que utiliza las IAs como herramienta para delinquir.
Herramientas tecnológicas en el ámbito delictivo
Elvis Núñez Fernández
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