El pasado miércoles 19 de febrero se realizó el examen de admisión para la residencia médica 2025, tras el cual hubo muchas denuncias de irregularidades por parte de varios estudiantes, quienes pedían la anulación de la prueba por presunta corrupción. Varios de los casi 7 mil postulantes manifestaron su desacuerdo al ver sus calificaciones y luego organizaron manifestaciones en puertas del Ministerio de Salud y Deportes. Según denunciaron los estudiantes movilizados, las notas más altas correspondían a personas con ciertas influencias políticas; además, aseguraron tener los nombres y apellidos de quienes coimearon para obtener las calificaciones más altas.
Los hechos observados fueron filtración de examen, publicación del patrón de respuestas antes de tiempo, altos resultados sospechosos y raras tendencias y brechas entre calificaciones altas y bajas, incumplimiento de la bibliografía e incumplimiento de las normas de seguridad, entre otros. Al día siguiente, el Ministerio de Salud y Deportes emitió un comunicado diciendo que la manera en que fue llevada la prueba para la residencia médica sería investigada minuciosamente y que se emitiría un informe posterior.
Como se sabe, este examen, según las calificaciones, habilita a los graduados de medicina a elegir una especialidad y trabajar como médicos residentes en un plazo determinado; las plazas son muy pocas. En caso de comprobarse esta irregularidad, se sumaría un bochornoso problema más en el historial de hechos de corrupción que pesa sobre la sociedad boliviana y, más que todo, sobre su clase política, la cual no se distingue precisamente por sus virtudes éticas y de transparencia.
Los exámenes de residencia médica en países cercanos como Argentina, Brasil, Chile o Uruguay son mucho más rigurosos y transparentes que en Bolivia, y ello se refleja posteriormente en la calidad de sus sistemas de salud y la competencia de sus médicos. La medicina, al ser una profesión que trata directamente con la vida de los seres humanos, es muy diferente a todas las demás. ¿Qué pasa si los filósofos de una universidad ingresaron por coimas? ¿Qué si los abogados de una facultad de derecho ingresaron allí sobornando? ¿O qué si los ingenieros civiles graduados de una universidad no son precisamente los de mayores capacidades intelectuales? Obviamente, habrá profesionales mediocres y peligrosos en sus respectivos campos. Pero si los médicos son mediocres, habrá más muertes humanas por negligencia. El error del médico se tapa no con papel, sino con tierra.
Es imperativo que la ciudadanía se entere de estos casos de presunta irregularidad en los exámenes de residencia médica, pues el tema toca a todos los que se hacen tratar con un médico en el transcurso de sus vidas (o sea, a todos). La clase política en Bolivia está enferma de corrupción y no sería raro que en este caso hubiera cobrado dinero a cambio de favorecer a ciertas personas con altas calificaciones en el mentado examen, siendo aquellas las más mediocres o directamente incapaces para rendir una prueba y aprobarla.
¿Exámenes amañados?
- Advertisment -