Gobierno lleva a Bolivia a la quiebra y no garantiza provisión de combustibles

Después de que autoridades del sector de Hidrocarburos reconocieran que no podrán abastecer de combustibles al país por la falta de dólares y ofrecer al sector productivo el diésel a precio internacional, el Comité Multisectorial señaló que el Gobierno acaba de comunicar a la población nacional que la economía boliviana está quebrada.
Como se recordará en conferencia de prensa, el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, el director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, reconocieron la incapacidad de abastecer de combustibles en 100% al mercado nacional, por la falta de dólares.
Las autoridades exigieron la aprobación de créditos para la importación y el titular de YPFB dijo que hay 500 millones de dólares de libre disponibilidad que aliviaría el tema financiero para cumplir con la compra de combustibles.
Ayer, el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui Loayza, en reunión con representantes de los municipios del país, buscó apoyo para presionar a la Asamblea la aprobación de créditos, por más de 1.600 millones de dólares.
Para el analista económico César Vargas Díaz, en entrevista con Televisión Universitaria, explicó que el Gobierno busca los créditos en dólares, luego usarlos para sus necesidades y entregar a cambio al mercado nacional en bolivianos. Pero alerta que estos recursos sólo alcanzarán para 180 días, es decir, medio año.
Como se recordará el 2024, los recursos destinados para la compra de combustibles pasaron los 3.000 millones de dólares y para la subvención más de 2.000 millones.
Por su parte, el sector de los choferes anunciaron la realizaron de un ampliado de emergencia para mañana, en donde determinarán acciones a tomar ante la falta de combustibles en los surtidores del país, así como el tema de las carreteras.
Paralizada
El comunicado del Comité lamenta que los anuncios gubernamentales confirmen el hecho de que, “a partir de la fecha, no podrá abastecer todo el diésel y gasolina que necesita nuestro país para todas sus actividades económicas”.
“Todos los bolivianos sabemos que, en nuestro país, la cadena de abastecimiento de alimentos está paralizada por la falta de carburantes, eso viene generando graves secuelas en las cadenas de suministro de distintos rubros por el incremento de los costos directos y las dificultades operativas en directo desmedro de la población”, señala la nota.
Mientras tanto, los productores de arroz informaron un incremento entre 350 a 450 bolivianos el quintal del producto, de acuerdo a los costos de operaciones que analizaron y acordaron. La decisión apunta a cubrir la demanda interna.
Precio internacional
Las autoridades indicaron que, a partir de la fecha, YPFB comercializará el diésel a precio internacional; los productores indican que esto implica una elevación de todos los costos de la cadena de abastecimiento, así como el precio de los productos de la canasta familiar.
El ministro de Hidrocarburos adelantó a un medio de comunicación que el valor del litro del diésel estaría en 11,5 bolivianos, tomando en cuenta costos logísticos e impuestos.
Exigencias
Ante ese panorama desolador para la población boliviana, el Comité exige la libre importación y comercialización de carburantes en el mercado nacional; la eliminación de la lista de sustancias controladas, a la gasolina y al diésel; eliminar todas las franjas de precios y los cupos en el mercado interno.
Asimismo, reiteran su pedido de derogar de inmediato la disposición adicional séptima del Presupuesto General del Estado (PGE) 2025; dejar las intervenciones, confiscaciones y el amedrentamiento a las diferentes actividades que forman parte de las cadenas de abastecimiento; y levantar de manera inmediata toda restricción a las exportaciones.
“Es responsabilidad del Gobierno la administración y manejo de la economía, hoy la situación está empobreciendo a las familias bolivianas, por lo que exigimos responsabilidad a los administradores del Estado para evitar mayores consecuencias”, concluye el comunicado.
Subvención
Mientras un sector del autotransporte pesado pide eliminar la subvención de combustibles para los mineros y la agroindustria, así como para todos los sectores debido a la actual situación; pero en su momento, el Gobierno rechazó la propuesta y aseguró mantener el beneficio.
En tanto, el consultor financiero Jaime Dunn lamentó que el Gobierno haya ahogado la producción privada y obligado a personas a la escasez y al subdesarrollo, creyendo en la distribución de la riqueza en vez de crear.
El proceso de cambio provocó las filas en las estaciones de gasolina, por ello la clave del progreso es la libertad económica, respeto por la propiedad privada, menos burocracia, menos impuestos y un gobierno al servicio del ciudadano y no al revés, señala Dunn en sus redes sociales.
Crisis de combustible
Por su parte, la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) se pronunció sobre la situación del abastecimiento de combustibles y el anuncio de YPFB de no cubrir la demanda al 100%.
“La crisis de combustible que enfrenta Bolivia es una consecuencia directa de la falta de planificación y de la ausencia de reformas estructurales. Frente a esta realidad, el Gobierno no puede seguir trasladando su responsabilidad a otros actores, cuando la falta de gobernabilidad es una constante en su gestión. Tampoco es válido señalar al sector privado por ser beneficiario de un subsidio asignado por ellos mismos y mucho menos a la población que hoy se encuentra en filas interminables sin respuestas racionales”, indica el comunicado.
El país no puede continuar dependiendo únicamente de la búsqueda desesperada de divisas a través de deuda para financiar por unos meses más la importación de combustible. Esa no es una solución, sino una simple postergación del problema, asegura.
El artículo 367 de la Constitución Política del Estado (CPE)establece que la explotación, consumo y comercialización de los hidrocarburos deben sujetarse a una política de desarrollo que garantice el consumo interno. Sin embargo, el Estado ha incumplido este principio, no solamente ha permitido que la producción nacional caiga de manera alarmante, sino que tampoco están en condiciones de garantizar la totalidad del consumo interno.
La falta de combustible impacta en la producción agropecuaria y acelera aún más la inflación, lo que afecta directamente a la población en su conjunto.
Por lo tanto, demandan una revisión profunda y responsable de normativas y reglamentaciones conexas vigentes que permitan la libre e irrestricta importación de combustible, tanto para consumo propio como para su comercialización masiva y por otro lado, incentiven la inversión privada en este sector.