El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, desafió al gobierno mexicano a abordar el crimen de manera gradual, criticando su incapacidad para resolver el problema de la violencia en varios estados. Bukele, conocido por su enfoque de mano dura contra las pandillas, sugirió que México podría abordar la violencia resolviendo primero la seguridad en un estado, luego en otro.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió pidiendo respeto hacia su país y evitó entrar en detalles sobre el debate. La tensión entre ambos países se da en un contexto de creciente preocupación por la violencia en México, donde los niveles de criminalidad han alcanzado cifras alarmantes. Mientras que El Salvador reportó una drástica reducción de homicidios en 2023, con apenas 154 asesinatos en todo el año.