La selección chilena prepara una final. O, más bien, tres finales que terminarán definiendo su futuro rumbo a Qatar 2022. La “operación remontada”, como la denonimó el propio director deportivo Francis Cagigao, está en marcha. Caer ya no está permitido. Una derrota podría empezar a despedir a la generación dorada. El próximo 7 de octubre, la Roja iniciará su participación frente a Perú, en Lima. Tres días después jugará de local frente a Paraguay y, posteriormente, frente a Venezuela, el jueves 14. La meta será exigente: según el propio Pablo Milad, titular de la ANFP, la selección debe obtener al menos siete puntos. Aunque por lo rezagada que está en la tabla, nueve de nueve parece la única cosecha exitosa. Es por esto, que en la Roja asumen la necesidad de hacer sentir la localía. Y la respuesta fue positiva pues el número será elevado desde un 25%, con el que se jugó frente a Brasil, al estar Santiago en Fase 4, hasta un margen que hoy se estudia que va desde el 50% al 70% del aforo del próximo estadio que reciba a la Selección.
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