domingo, diciembre 22, 2024
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El levantamiento viril de Oruro

La acción de Cochabamba, que logró el alejamiento momentáneo de los españoles y el establecimiento de un gobierno propio de altoperuanos, alentó al pueblo de la gloriosa Villa Real de San Felipe de Austria que ya se hallaba preparado para la lucha y estaba ansioso por emprenderla.
Efectivamente, con muchos combatientes, aunque con pocas armas, se alzó contra la autoridad realista el 6 de octubre de 1810, encabezado por un decidido y convencido patriota, Tomás Barrón, que llamó a la subversión con mueras al yugo español.
Es destacable el hecho de que en ese levantamiento participaron, inclusive, algunos miembros del Cabildo, lo que dio mayor autoridad e importancia al movimiento. El pueblo orureño, al igual que el de Cochabamba, reunido en todas sus capas sociales, reconoció la autoridad de la Junta de Buenos Aires, y se sometió a ella. Empero, esa masa ansiosa de libertad se hallaba amenazada por las fuerzas españolas que tenían su gran cuartel en la ciudad de La Paz.
Al conocer las noticias procedentes de Oruro, los realistas de esta última ciudad enviaron una bien dotada unidad, al mando del Coronel Fermín Piérola, que sufrió una aplastante derrota en la Batalla de Aru-uma o Aroma el 17 de noviembre de 1810, gracias al oportuno auxilio de los patriotas cochabambinos, comandados por el coronel Esteban Arze. Fue una victoriosa acción de armas y un primer acto subversivo de los orureños, que tuvo su epílogo en esta intervención.
El levantamiento de Oruro fue importante porque la población era paso obligado de los viajeros y, por supuesto, de las tropas del sur y de Cochabamba hacia La Paz. Por otra parte, como centro minero concentraba en la ciudad y poblaciones aledañas crecido número de trabajadores mineros.
Se mantuvo leal a sus convicciones por un lapso relativamente prolongado, debido al desconcierto de los monarquistas por la derrota en los campos de Aroma, y porque las fuerzas de Esteban Arze se mantenían en Oruro, previendo un ataque español que, de tener éxito, pondría en peligro, también, la estabilidad del gobierno patriota en el valle cochabambino.
Pero la situación cambió cuando las fuerzas que se habían reorganizado en La Paz, atacaron y vencieron a los patriotas orureños, para luego proseguir su campaña en Cochabamba, donde asimismo lograron restablecer y reafirmar sus posiciones.
El 16 de noviembre de 1811, Arze ataca la fortaleza de esa ciudad, infructuosamente y con grandes pérdidas que ocasionaron también atropellos inauditos y sufrimientos morales y corporales.

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