Don Roberto Querejazu Calvo ha dejado dos magistrales libros sobre las dos guerras que tuvo Bolivia en el pasado, analizando las causas que las ocasionaron, cómo se desarrollaron y los resultados que tuvieron, con objetivismo, veracidad e imparcialidad. Después de las dos guerras, Bolivia tomó conciencia de las falencias que tenía como país y se produjeron cambios que el país estaba obligado a hacer.
I.- La Guerra del Pacífico
Bolivia se fundó sobre el territorio que era de la Audiencia de Charcas. Con la fundación de los países limítrofes, se tenía que definir los límites geográficos de la nueva república. Con Perú y Argentina no hubo mayores problemas, con la última se tuvo la incorporación de Tarija, por decisión de sus habitantes. Con los que hubo, fue con Chile, Brasil y Paraguay, con los que se tuvo conflictos bélicos. El primero fue con Chile por los límites del Departamento del Litoral, que derivó en una guerra y en la perdida de ese territorio, convirtiendo a Bolivia en un país enclaustrado, sin acceso al océano Pacífico.
La cuestión de límites entre Chile y Bolivia se suscitó entre los paralelos 23 y 25. En el tratado de 1866 se definió que la línea de demarcación sería el paralelo 24, entre los paralelos 23 y 25 los dos países se repartirían por la mitad los productos del guano que existía entre esos paralelos, como también los derechos de exportación sobre los minerales extraídos. Entre los paralelos 23 y 24 estaba el puerto de Mejillones, donde fueron descubiertos grandes depósitos de guano y se encontraba el asiento minero de Caracoles. En ese año Chile entró en guerra con España, el gobierno de Mariano Melgarejo se unió a Chile como su aliado. Como retribución a ese gesto, el Gobierno de Chile ofreció al gobierno de Bolivia firmar un tratado de límites definitivo. Bolivia a través de su canciller Mariano Donato Muñoz “no queriendo quedar a menor altura de sentimientos, declaró que eso podía aplazarse”. El 22 de octubre de 1868, Melgarejo fundó Antofagasta, que se convirtió en el principal puerto del Departamento del Litoral.
El tratado de límites de 1874 ratificó al paralelo 24 como el límite entre las repúblicas y la partición de los depósitos de guano entre los paralelos 23 y 24. En el artículo 4 se especificaba que los derechos de exportación no excederían la cuota que se cobraba sobre minerales explotados en la zona y “las personas, industrias y capitales chilenos no quedarán sujetos a más contribuciones de cualquier clase que las que al presente existen”.
El detonante para que Chile iniciara la guerra del Pacífico ocupando Antofagasta, fue el impuesto de 10 centavos en quintal de salitre exportado, que la Asamblea Nacional de Bolivia impuso a la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta. Chile consideró que esta medida daría por anulado el tratado de 1874. El gobierno de Daza no hizo caso de la amenaza e impartió instrucciones al prefecto de Antofagasta para cobrar el impuesto. El cobro no se hizo efectivo y el prefecto inició juicio coactivo para ir al embargo y remate de los bienes de la Compañía de Salitres. El embargo no pudo concretarse y ante el conflicto que se había suscitado, el gobierno de Bolivia rescindió el contrato con dicha compañía, para hacer desaparecer el cobro del impuesto. El incidente terminó con la toma de Antofagasta por las tropas chilenas, que llevaba el blindado Blanco Escalada atracado en el puerto y se inició la Guerra del Pacífico.
La decisión de la Asamblea Nacional de Bolivia de imponer el impuesto y la instrucción de proceder al cobro del mismo, que fue asumida por el presidente Hilarión Daza, fueron dos decisiones inconvenientes para Bolivia, teniendo en cuenta la situación en que se encontraba. En primer lugar, no tenía fuerzas armadas, ni los medios para sostener una guerra contra un país mucho más fuerte en todos los aspectos. Chile era un país organizado, que tenía gobiernos democráticos, una economía basada en el mercado y en los avances de la revolución industrial y unas fuerzas armadas bien equipadas, que estaban listas para sostener una potencial guerra con Argentina. Tuvo a Andrés Bello, prócer de la educación en Latinoamérica.
Bolivia, por el contrario, estaba en un lamentable estado de atraso, provocado por los caudillos que se disputaban el gobierno para disfrutar de sus granjerías, sin ocuparse de organizar al país, sin establecer los fundamentos para que el país iniciara un sendero de desarrollo. El desastre que provocó la Guerra del Pacífico hizo tomar al país conciencia de que tenía que cambiar.
Después de la derrota en la batalla de Tacna, lo que se podía salvar del ejército boliviano al mando de Narciso Campero, se retiró precipitadamente a la ciudad de La Paz. En seguida se reunió una convención que eligió a Campero como presidente provisional que llamó a elecciones, para que Bolivia pueda contar con gobiernos que tuvieran la tarea de organizar la república y construir la economía que necesitaba para ser un país real. (Continuará).
Oscar Espinosa García es
ingeniero civil.