La participación social en el MESCP

La participación social comunitaria es la base sobre la cual se pone en funcionamiento el Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo (MESCP). La claridad en la concepción de la participación y el conocimiento de su conformación y de sus funciones facilitarán el desempeño de quienes integran las instancias de esta participación, lo que también repercute en el desarrollo adecuado del modelo educativo.
De igual manera, la participación social comunitaria juega un rol determinante en la sostenibilidad del cambio educativo, ya que, al compartir sus propósitos y sus metas, las medidas adoptadas tendrán sus correspondientes resultados. En el ámbito educativo, sabemos que los cambios toman tiempo en concretarse, dado que no se trabaja solamente sobre los aspectos físicos o tangibles, sino que, sobre todo, se requiere transformar las creencias, el pensamiento y las ideas.
En relación con la acción concreta de la participación social en educación, dos son los aspectos a considerar. El primero está referido a que la participación debe estar organizada, en este caso, como Consejos Educativos Social Comunitarios (CESC). El segundo alude a que la organización debe involucrar a la mayor cantidad de actores; es decir, los CESC deben agrupar a varios sectores de la población, reforzando con ello la democracia en educación y vinculando, además, a las unidades educativas con las comunidades, sus necesidades, sus aspiraciones y sus expectativas de desarrollo. Una condición básica para la efectividad del trabajo de los CESC es contar con información confiable y oportuna.
En efecto, la participación social comunitaria en educación es una manera de profundizar y de consolidar la democracia. En los CESC todos pueden participar, plantear sus demandas, pensamientos e ideas, y ponerlos en el tapete de análisis y de discusión. No obstante, esta acción deliberativa tiene una orientación que rebasa el simple cumplimiento de roles y de funciones. Ciertamente, los análisis, las discusiones y la toma de decisiones tienen sentido en la medida en que la transformación de la educación está íntimamente articulada a los procesos de transformación de una sociedad; es decir, a las luchas por una sociedad más justa y con mayor aceptación de su historia, sus culturas, lenguas, saberes y sus propios conocimientos, así como con una apertura crítica a todo aquello que provenga de afuera.
Por ello los CESC encarnan la conciencia y la voluntad del cambio. Esa es su raíz y lo que les proporciona identidad propia. Son parte de esa amplia alianza de organizaciones que luchan por una vida respetuosa, digna y orientada hacia el buen vivir. Son, igualmente, la manera en la que los representantes de diversa naturaleza toman en sus manos la definición de sus objetivos y de sus metas en educación, considerando las necesidades y requerimientos de todos los bolivianos y bolivianas.
La incidencia que se espera de los CESC está definida en tres grandes ámbitos:
– El sustantivo, uno de los más importantes, referido al planteamiento y a la formulación de políticas educativas para incidir en los diferentes niveles del SEP.
– El simbólico, que implica la consolidación de valores y el apoyo al desarrollo de identidades, de actitudes y comportamientos.
– El institucional, que está referido al análisis de la situación educativa para el apoyo eficiente a la gestión educativa.
Se espera que este articulo apoye a los CESC como instancias de participación social, a fin de que cada vez sean más efectivos, de modo que apoyen a consolidar el proceso de transformación de la educación boliviana.