lunes, septiembre 2, 2024
InicioSeccionesOpiniónSi los extremos fuesen remedio, cuánto podría avanzar el país

Si los extremos fuesen remedio, cuánto podría avanzar el país

Es un hecho innegable en el país que hay cansancio por los extremos, por lo que no deja sitio para la tranquilidad y realización de un trabajo armónico y sostenido; hay un desasosiego permanente por lo que será el mañana con los anuncios de quienes se extremarán en sus decisiones de disponer manifestaciones, gritar e insultar, reclamar y pretender hasta imposibles, amenazar con llegar a las “últimas consecuencias” aún sin sospechar en qué pueden consistir y menos cuál sería ese día funesto, no solamente contra el gobierno sino contra toda la nación, como se comprobó en todo conflicto por el desborde de quienes buscan réditos y escuchan las incitaciones de extremistas, demagogos y delincuentes que buscan “ganar en río revuelto” asaltando negocios, destruyendo propiedades públicas y privadas, buscando formas de apoderarse de lo ajeno.
El panorama es para toda la población, un motivo de preocupación, de angustia y hasta temor y miedo, especialmente por lo débil que se vuelve la seguridad de los niños que deben asistir a escuelas y colegios ya que sus padres no saben cómo llegar a los establecimientos educativos o si contarán con las seguridades necesarias. Hay angustia por no saber si habrá medios de transporte y si será posible llegar al trabajo o, para retornar, si volverá la normalidad; en fin, el problema se presenta complicado en días en que están pendientes las amenazas y, mucho más cuando las autoridades no muestran disposición ni capacidad para encontrar soluciones o, si lo hacen, imponen remedios parciales, momentáneos y mucho se deja para el mañana.
La colectividad se pregunta; Si los extremos fuesen remedios, ¿cómo y cuándo llegarán? Casi imposible encontrar respuestas porque ni los autores de los extremos tienen conciencia debido a su, ignorancia, insensatez e irresponsabilidad por los extremos en que están inmersos y que pueden causar muchos males y perjuicios al país.
Es muy importante convencerse de que, sin extremos, todos los problemas se remediarían y desaparecerían las causas de desavenencias y división porque es tiempo de tomar razón de ser de un pueblo consciente y responsable.
Los extremos que se declaran y viven en todos los niveles son malos, dañinos y destructores de la confianza de la población que siempre espera conductas racionales, limpias, honestas y honradas de todas las clases sociales; pero, ¿cuándo será el día de concordia, sensatez y cordialidad para pensar en el país y el pueblo, para no causar más daño y sembrar discordias?
Es tiempo de que gobernantes y gobernados tomemos conciencia de que todo lo contrario al bien común que es la nación solamente complota en contra y no tiene posibilidades de armonía y entendimiento, que es preciso que cada sector de la población rechace el accionar de los que están en posición extrema y solamente buscan satisfacer sus instintos en provecho de sus conveniencias.
Hay empeño en estos días para que la población acuda a una tercera vacunación cuando la mayoría del pueblo no ha recibido la segunda y muchas personas ni la primera dosis y se han convertido en potenciales transmisores del virus, el mal que, de seguir, contagiará a mucha más gente y aumentarán los decesos; pero, a la par se hace segura la inconducta de los extremos que no saben de razones y entendimiento de que el país, sin extremos, alcanzaría mucho desarrollo, bajaría la pobreza y todos los procedimientos de los habitantes serian constructivos al reinar la paz y la concordia, al desaparecer las causas y motivos que dan lugar al virus que tanto daño causa.
El gobierno deberá cumplir la parte definitiva y terminante para que los extremos desaparezcan creando las condiciones precisas para ello, pero sin imposición de la fuerza y utilizando el diálogo para convencer a quienes se ponen en posición intransigente y buscan que prime la fuerza y la discordia en las relaciones que deben caracterizarse por el entendimiento, la cordialidad y el respeto.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES