A pesar de que la construcción está entre los de mayor crecimiento de la actual gestión, aún no llega a los niveles del 2019 y, por lo tanto, la recuperación del sector tomará su tiempo, según la Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz.
El año 2020 el país vivió una grave recesión, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó en -8,53% y las pérdidas de todos los sectores afectaron tanto al tejido empresarial como al sector laboral. Esta gestión la economía se está reactivando, sin embargo, apenas se está recuperando todo lo perdido y no se alcanzaron los niveles del 2019, por tanto, no es correcto considerar que será posible para pagar el segundo aguinaldo, ya que no existe un crecimiento genuino, señala la Cadecocruz en su posición institucional sobre el segundo aguinaldo
El doble aguinaldo es un beneficio para los trabajadores que estableció el Gobierno Nacional mediante el Decreto Supremo N° 1802 de 20 de noviembre de 2013, en pleno proceso de expansión económica con un PIB de 6,8% y con una inversión pública importante.
En el caso específico de la industria de la construcción la situación reviste mayor gravedad, ya que cayó un -19,03% el 2020, y fue el segundo sector más afectado.
Considerando los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) al 30 junio, se evidencia que el PIB de la construcción presentó una caída de -32,07% el 2020 y un crecimiento de 35,3% este año. Sin embargo, en relación al 2019 el sector registra una tasa negativa -8,9%.
Esto significa qué al 30 de junio de 2021, la construcción en Bolivia tiene un nivel inferior de casi 9% respecto al mismo mes del 2019 y que evidentemente no muestra un crecimiento real que justifique el pago del doble aguinaldo.
A esa situación se suma la iliquidez de un elevado número de empresas constructoras debido a las planillas de avance de obra que adeudan las instituciones públicas contratantes y la falta de inversión pública en proyectos de infraestructura.
COYUNTURA DIFERENTE
Es evidente que el Decreto Supremo N° 1802 se creó en un escenario de franca expansión de la económica del país y todos los sectores creciendo.
La situación actual es totalmente diferente, encaramos una lenta reactivación después de la recesión generalizada, que comenzó el 2015 y se agravó durante el 2020 por la pandemia del covid-19, señala el comunicado.
Al mes de junio del 2021 el PIB creció 9,36%. Se trata de un incremento que tiene una base muy disminuida, como es la recesión del año 2020, por lo que puede considerarse simplemente un rebote estadístico no sostenible.
El PIB cayó de manera tan notable el año 2020, que actualmente crece sobre una base deprimida, simplemente recuperando el terreno perdido para volver a la normalidad anterior, por lo que no se trata de una tasa real de crecimiento, señalan los constructores y coinciden con opiniones de economistas y empresarios.
Considerando la paralización casi total de actividades entre el 22 de marzo y el 10 de mayo de 2020, es lógico que cualquier nivel de reactivación marca un crecimiento frente a la paralización pasada, reitera.
Es por ello que señala que esos elementos planteados permiten asegurar que no existe un crecimiento genuino, por tanto, no es adecuado considerar el pago del doble aguinaldo este año, cuando apenas se recupera terreno perdido después de la abrupta caída del 2020.