España es un Estado monárquico que respeta los derechos democráticos y la libertad de sus súbditos, porque se realiza elecciones libres y democráticas para elegir a sus administradores y, como consecuencia, los partidos políticos están representados en el parlamento de Madrid. El partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos se unieron para restablecer “La República” (Res = cosa, pública = pública) simple y llanamente “cosa pública”. Por ejercer poder en la administración de la cosa pública, recibieron beneficios de Bolivia, como en el caso Neurona, que fue cerrado por la justicia por arte de magia y ahora el Parlamento Europeo pidió que se reabra.
Pablo Iglesias –con la representación de un grupo de profesores universitarios de la Universidad Complutense, académicos sin acercamiento al soberano, teoría sin práctica– llevó a España el discurso “populista-izquierdista”, de ahora nos toca a nosotros contra la “elite o casta”. Igual que en Bolivia, donde los “movimientos sociales” son cooptados y utilizados mediante prebendas y regalos de hoteles, motorizados, viajes con recursos de los bolivianos, lo que altera la lógica de la competencia e incentiva la polarización ideológica, a tal grado de utilizar en las campañas electorales el falso socialismo impulsado por la narcochavismo de Cuba y Venezuela, contra el fascismo o democracia de España. Pero Iglesias salió casi corriendo del Parlamento y avergonzado se refugió en su chalet de lujo de Galapar, ante su derrota por dos mujeres líderes.
Isabel Días Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, fue la que lo guillotinó, con Rocío Monasterios, mujeres líderes naturales del Partido Popular (PP), en las elecciones regionales para la Comunidad de Madrid. Con una participación histórica de más del 76%, el Partido Popular obtuvo 65 escaños (35 más que en 2019), obtuvo más votos que PSOE del presidente Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, de la coleta. Tal derrota contundente significó una caída para el grupo de Puebla y su relación con el partido populista autoritario de Latinoamérica. Las instrucciones que se dio en el Foro de San Paulo, fueron ratificadas por el Adendum del ALBA, firmado por Castro, Chávez, Morales, Correa, Ortega y Zelaya, que en su Cap. 1.1.3. LIDERAZGO manifiesta: “Solo líderes como nosotros pueden concebir vastos proyectos y asignar a cada entidad un mecanismo gubernamental. Para administrar eficientemente un país, el gobierno debe estar en una sola persona”.
El MAS está en caída por la pérdida de su socio Pablo Iglesias, a quien el cocalero condecoró e hizo negocios como el de NEURONA. Ahora se lo ve al español con su cabello corto (Dalila le cortó a Sansón su cabello, le quitó su poder). Isabel Días les quitó su poder a estos jóvenes como Iglesias-Errejon y Monedero, que en su paso por Latinoamérica, empezando por Bolivia, Ecuador y Venezuela, se aplazaron por su INEXPERIENCIA e impulso de pretender instaurar un “neostalinismo” del Siglo XXI. Con un Estado autoritario, sectario y adverso a la democracia y apegada al culto a la personalidad
Existen denuncias sobre que el gobierno del cocalero Morales financió gran parte de la campaña de Iglesias en España, a través de la empresa mexicana Neurona, a la que el Banco Central de Bolivia le pagó $us1.8 millones entre 2017 y 2018, por solicitud de la ministra de Comunicación Gisela López, lo que es tipificado como daño económico al Estado (pues solo hizo un puñado de videos de entre 20 segundos y dos minutos de duración, por contratación directa).
Pedro Sánchez concentró el poder en su persona y su entorno, provocando rechazo de los españoles. Igual que en Bolivia, donde el cocalero Morales a su entorno le hizo creer que es el rey del universo, caracterizado por el autoritarismo durante 14 años. Pero cavó su tumba con el MEGAFRAUDE, descubierto por el informe de la OEA y ratificado por los veedores de la Unión Europea, lo que ocasionó la convulsión de sus delincuentes que realizaron incendios, bloqueos para impedir el ingreso de tubos de oxígeno para los enfermos por COVID-19 y alimentos a las ciudades. Ahora debido a una reciente Resolución del Parlamento Europeo exige la reapertura del proceso contra Neurona.
Angélica Siles Parrado, Abogada, ex Asambleísta Constituyente.