lunes, julio 8, 2024
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El INRA estrena nuevo director

Entre las nuevas autoridades del gobierno del Estado Plurinacional se encuentra el nuevo director del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), el mismo que anunció que adoptará diversas medidas para acelerar la atención del sector de la propiedad agraria, de tal forma de favorecer a la producción agropecuaria y contribuir, en esa forma, a la reactivación de la languideciente situación económica del país.
Destacó que acelerará el saneamiento de tierras para mejorar la productividad de la tierra y facilitar la producción con base en el sistema de reconducción comunitaria de la reforma agraria, agregando que se guiará por el principio de “la tierra es de quien la trabaja”.
Esas afirmaciones contradicen, al parecer, noticias proporcionadas por esa oficina, dependiente del Ministerio de Tierras, que señalan que la etapa de saneamiento de la tierra ya ha concluido hace un año, toda la tierra del país ya estaría saneada y solo faltarían por terminarse algunos trámites pendientes, que quedaron después de casi cuarenta años de funcionamiento de esa entidad.
Al respecto, algunos ex funcionarios de esa dependencia burocrática sostuvieron que habiendo cumplido su misión “el INRA debería cerrar sus puertas o abrir una nueva etapa de actividades con nuevos objetivos de acuerdo con los resultados ya obtenidos”. Al mismo tiempo se informó que, estando concluido el saneamiento, faltan por terminar trámites de saneamiento de alrededor de un millón de hectáreas en la región oriental de Santa Cruz y que se han convertido en el bocado más codiciado de los geófagos y loteadores de tierras, no para cultivarlas, sino para venderlas, trámites que deberían ser congelados para evitar conflictos entre campesinos y evitar incendios de tierras, como el ocurrido hace dos años y que quemó un millón y medio de hectáreas.
Por otro lado, se recuerda que el objetivo de la Ley INRA, que debía cumplirse en diez años, aún no ha terminado y que se completará en otros diez años, sin que se observe resultados positivos en la producción agrícola, excepto en Santa Cruz con soya y granos de exportación.
Se agrega a esas informaciones que, hasta el presente, el INRA gastó más de 300 millones de dólares, en aportes nacionales y extranjeros, mientras en otras regiones del país, como el altiplano, “no haya subido ni en una papa la producción de ese tubérculo”.
Todo país depende de su producción agrícola y de su prestigio en la escala mundial. En caso contrario, carece de soberanía y estaría condenado a depender de las importaciones estatal y privada de alimentos, del contrabando elefante y hormiga, como ocurre actualmente.

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