La creación de una “comisión” del más alto nivel, revisora de casos de feminicidios, resulta un pinchazo en el hueso. En efecto, la comisión de 10 instancias, en la que cabe cómodamente el Ejecutivo, nada tendría que hacer frente a una Fiscalía que en cuestión de horas “desbarata” redes, consorcios de muchos que practican el derecho.
LA SUERTE DE LA COMISIÓN
A 4 días del mes de febrero, vale decir a dos días de la creación de aquella comisión, el Fiscal de Materia de La Paz dio cuenta con lo obrado, él dice que la red de corruptos que operaba ha sido “desbaratada”. Entonces ¿qué pasa? Que el sistema judicial tiene el poder de actuar con un chicote en la mano y los fiscales por detrás con suspensiones INMEDIATAS. ¡¡Cosa maravillosa!!, como acontece en Colcapirhua con un Alcalde de todo un municipio autónomo.
EL FRENO DE MANO EN VIGOR
Como es natural, la inteligente periodista replicaba expresando por qué el entrevistado no había trabajado de la misma manera en casos semejantes y el fiscal monocorde, no supo responder ante una omisión tan flagrante de parte del Ministerio Público. Pues, los fiscales en lugar de ampliar investigaciones, proceder a detenciones y otros favoritismos que configuran gobiernos débiles, que no solucionan la crisis en la que vivimos, tendrían que manejar los casos sometidos a su jurisdicción en estricta sujeción a la ley.
Las cosas en su lugar y tan sencillo como esto. Solo se precisa un sistema judicial capaz de resolver casos desde el derecho, sin responder a presiones del poder político.
Consecuentemente, la lucha por el fortalecimiento de nuestras instituciones debe ser más estricta, más contundente. Y el freno de emergencia Nacional –de actuar chicote en mano con suspensiones INMEDIATAS– se debe impulsar contra aquellos que ejercitan el Poder que simboliza un jefe.