martes, septiembre 3, 2024
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Grandes empresas imponen sanciones contra economía rusa

Las empresas más grandes del mundo adoptaron imponer sus propias sanciones contra Rusia por la invasión a Ucrania. Coca Cola, Pepsi, McDonald’s, Toyota, entre otras empresas ejercen presión contra Moscú.
El cordón sanitario hacia todo lo ruso se extiende al sector privado. En un movimiento que cada vez más voces califican de “diplomacia capitalista”, un creciente número de empresas europeas y estadounidenses están optando por romper todos sus lazos con el país euroasiático como respuesta a la invasión de Ucrania.
Además. el movimiento se extiende también al sector energético, en el que cada vez más operadores están optando por no comprar petróleo para evitar el rechazo social y en anticipación de que las sanciones acaben alcanzando también a este sector, hasta ahora exento en Estados Unidos, el presidente Joe Biden está recibiendo crecientes presiones de su partido, el demócrata, para que incluya al crudo entre los bienes prohibidos.
Ikea decidió suspender temporalmente su actividad en Rusia y Bielorrusia, cuyo régimen está apoyando a Vladímir Putin en su ofensiva contra Ucrania. La empresa justifica su decisión, que afectará a 15.000 empleados, en la “tragedia humana” que supone la guerra, en las alteraciones que está provocando en la cadena de suministro y en las condiciones comerciales. “Esto significa que todas las entregas de nuestros proveedores también se suspenden”, añadió Ikea en un comunicado. Además, se detienen “todas las operaciones de ventas”, excepto los centros comerciales Mega, que seguirán abiertos “para asegurar que mucha gente en Rusia tenga acceso a sus necesidades diarias y esenciales como comida, verduras y farmacias”, precisa.
Ikea aseguró que sus “ambiciones” en Rusia son “a largo plazo”, y que ha tomado medidas para asegurar el empleo, los ingresos y la seguridad de la plantilla y sus familias. Tras la noticia, los centros comerciales de la cadena sueca se han llenado de clientes ansiosos de comprar mientras siguiera siendo posible.
El grupo sueco se une así a la lista cada vez mayor de empresas occidentales que frenan sus operaciones en ese país tras el estallido de la guerra. Entre ellos están los dos mayores fabricantes de coches del mundo -el grupo alemán Volskwagen y el japonés Toyota-, que también asumieron la misma medida con la paralización de toda su actividad en Rusia.
En el caso del conglomerado nipón, la paralización de su producción en Rusia comenzará este viernes.
También frenará las importaciones, una medida que justifica por “las perturbaciones en la cadena de suministro” relacionadas con el conflicto.
Unos 8.000 vehículos salieron el año pasado de su fábrica de San Petersburgo, que emplea a unas 2.600 personas.
De igual manera, Volkswagen “interrumpe con efectos inmediatos las exportaciones a Rusia”, es decir, unas 220.000 unidades (datos de 2020), el 2,4 % de sus ventas. La empresa alemana también va a cerrar hasta nueva orden las plantas en Kalouga y Nijni Novgorod, con 4.000 trabajadores.
Otra firma española, la gestora de reservas de viajes Amadeus, ha anunciado horas después cambios en su negocio derivados del conflicto en sus sistemas van a eliminar las ofertas de Aeroflot, la aerolínea de bandera de Rusia (de la que el Estado posee el 57 % de las acciones).
También en el sector aéreo, el fabricante brasileño Embraer se sumó a sus competidores europeos (Airbus) y estadounidense (Boeing) anunciando que suspende su servicio de mantenimiento, reparación de piezas y soporte técnico en Rusia, una medida que pondrá contra las cuerdas a las compañías aéreas de aquel país.
La consultoría tecnológica Accenture es otra de las multinacionales que han comunicado la suspensión de sus actividades en Rusia. Sigue así los pasos de otras firmas de software como Oracle o SAP. Accenture tiene 2.300 empleados en Rusia, a los que ha dicho que apoyará.
La empresa de videojuegos polaca CD Projekt, creadora de juegos como The Witcher o Cyberpunk, ha suspendido todas sus ventas en Rusia y Bielorrusia, que representaron un 5,4 % de su mercado el año pasado.
Además, la medida se extiende también a las ventas de su plataforma en línea, donde ambos países representan el 3,7 % de sus ingresos.
“Sabemos que los jugadores en estos países, particulares que no tienen nada que ver con la invasión en Ucrania, se van a ver afectados por esa decisión. Pero con estas acciones esperamos incitar a la comunidad global a hablar de lo que está pasando en el corazón de Europa”, señaló la compañía en un comunicado.
En el sector financiero, la mayor aseguradora italiana, Generali, ha cortado sus lazos comerciales con Rusia.
La firma abandona la dirección de Ingosstrakh, una de las mayores aseguradoras rusas, en la que tiene más de un 38 % de participación, y cerrará la actividad de su filial Europ Assistance en el país.
El mayor fabricante químico del mundo, el grupo alemán BASF, también ha detenido este jueves todo su negocio en Rusia y Bielorrusia.
Según la empresa, sí mantendrá las actividades que no pueda cerrar de acuerdo con “obligaciones existentes en relación con leyes, regulaciones y normas internacionales”.
Y tampoco las que tienen que ver con la producción de alimentos (por ejemplo, fertilizantes) como “medida humanitaria”. Y el fabricante estadounidense de aluminio Alcoa, que no tiene actividad directa en Rusia, ha decidido dejar de comprar materias primas en ese país, así como vender sus productos. (El País España)

Sube condena

Antes habían dado el paso decenas de gigantes del sector privado que, como Apple, H&M, Disney, Netflix, Volvo, Daimler, Nike o las navieras MSC y Maersk, han optado en los últimos días por de lado todo negocio en Rusia y condenaron los ataques en Ucrania.
El rechazo a la guerra y las consiguientes sanciones impuestas a Moscú han provocado un auténtico éxodo de multinacionales extranjeras que abandonan o reducen sus operaciones, tras tres décadas de beneficiarse del lucrativo mercado postsoviético.
La exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pagos SWIFT, el cierre por la Unión Europea y Canadá de su espacio aéreo, correspondido por Moscú, y el efecto de las penalizaciones internacionales, con el desplome del rublo, hacen que las empresas juzguen demasiado alto el riesgo de reputación y financiero de seguir en Rusia.
El conflicto, además, empieza a entorpecer la logística y el temor a que las sanciones impacte en el negocio ha llevado a muchas empresas a revisar la viabilidad de los contratos presentes y, sobre todo, futuros.
La invasión a Ucrania amenaza con costar miles de millones de euros a las empresas occidentales, que se están pensando cómo actuar.
La decisión es más fácil para las que tienen menos activos físicos, y más complicada para otras que, como los supermercados franceses Auchan, cuentan con 231 establecimientos, facturan más de 3.000 millones anuales y emplean a 30.000 personas allí.
Tampoco, dijo nada aún la multinacional española Inditex, que tiene en Rusia su segundo mayor mercado en número de tiendas (527, cerca del 8 % del total), solo por detrás de España, y 9.000 trabajadores sobre una plantilla mundial de 144.000 empleados. Bielorrusia, otro país objeto de sanciones por su apoyo a Putin, cuenta con 13 tiendas. En Ucrania suma otras 79, todas cerradas desde que empezó la invasión hace una semana.

Industrias se suman a las medidas contra Moscú

Las compañías estadounidenses Coca-Cola, Pepsi, McDonald’s y Starbucks anunciaron este martes la suspensión de sus operaciones en Rusia.
La medida fue tomada por estas empresas de presencia global ante la invasión de Rusia a Ucrania, que comenzó hace dos semanas.
“Nuestros corazones están con las personas que están soportando los efectos inconcebibles de estos trágicos eventos en Ucrania”, dijo The Coca-Cola Company en un comunicado.
La compañía de bebidas se había enfrentado a una presión creciente para retirarse de Rusia, con #BoycottCocaCola como tendencia en Twitter en los últimos días.
Su rival Pepsi informó de igual manera que detendrá sus operaciones en Rusia.
“No podemos ignorar el sufrimiento humano innecesario”
El hashtag #BoycottMcDonalds también fue tendencia en Twitter el fin de semana y el lunes.
McDonald’s dijo este martes que cerrará temporalmente sus aproximadamente 850 restaurantes en Rusia como respuesta al “sufrimiento humano innecesario que se desarrolla en Ucrania”.
La cadena de comida rápida, que tiene presencia en Rusia desde 1990, dijo que era “imposible predecir” cuándo reabriría, y agregó que también estaba experimentando problemas en la cadena de suministro.
McDonald’s informó que continuará pagándo a sus aproximadamente 62.000 empleados en Rusia.
“Nuestros valores significan que no podemos ignorar el sufrimiento humano innecesario que se vive en Ucrania”, dijo el director ejecutivo Chris Kempczinski en un memorando al personal que fue compartido públicamente.
“El conflicto en Ucrania y la crisis humanitaria en Europa han causado un sufrimiento indescriptible a personas inocentes”, escribió Kempczinski. (BBC Mundo)

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