En necesario observar el comportamiento de un país llamado Bolivia, que nace aparentemente por acción de un caraqueño que se proclama libertador (¿?) de 5 países, y que en ese tiempo no eran consolidados; hoy podemos enumerarlos. Pero en la historia de dichos países únicamente lo enuncian, exagerando, en una oración compuesta (abrazo de libertadores), donde veneran a sus héroes procedentes de sus propias tierras, sin necesidad de prestarse héroes extranjeros. Eso ha influido de una manera estructural en el pensamiento boliviano, dado que desde el ciclo primario ingresan a nuestras mentes esas “épicas” historias, hasta llegar a crear mitologías de estos paladines prestados, elevándolos hasta el paroxismo popular… Y ahora, con fotocopias y en negativo de los ya enunciados (Bolívar, Sucre, et al.), se inunda el quehacer boliviano, como plaga de “libertadores”, que pregonan contra las “desigualdades” (económicas y social/raciales), los abortados por el caudillismo (¿por eso será que algunos quieren legalizar el aborto?); sin lograr comprender que el Estado y la sociedad funcionan como un cuerpo humano (Quesnay).
En Bolivia, país de los contrastes entre el claro y el oscuro, los ciudadanos pensamos que todo es gris (destacando de entre lo bueno, lo malo y lo feo, el malo y feo político).
Aparentemente, el pensamiento colectivo y popular en sus nostálgicas memorias va recordando de manera continua y permanente la época de las dictaduras militares, sin analizar históricamente que en esos gobiernos únicamente se alquilaba militares, sean estos generales o coroneles, para hacer lo que hoy se grita en la sociedad civil y política: “el Golpe de Estado” (ejemplo: caso Áñez). Y de una manera similar a los golpes o dictaduras militares, realizando un análisis profundo, esas dictaduras eran más civiles que militares (Banzer, MNR y FSB), donde los políticos se aprovechaban económicamente de la inocencia del sector militar, que supuestamente era cabeza del gobierno. Hoy, observando el comportamiento de los civiles uniformados (¿militares?), notamos que en más de 14 años del gobierno del MAS, logró domarlos y hasta cambiarles la ideología y doctrina castrense. Y aplicó fuertemente control permanente del Artículo Nº 245 de la CPE, y los ciudadanos llamados militares han sido obligados a abrazar y defender doctrinas e ideologías marxistas, castristas, socialistas (¿ser sociable?) y/o comunistas (no comunitaria), aparentemente disfrazadas de ese anhelo pregonado por el caraqueño libertario (libertario: dícese de partido libertario o anarquista) Simón Bolívar, que soñó con la creación de la Patria Grande, pero que no estaba en el programa preparado por sus patrones: el reino inglés.
¿Nacimos libres? Es una pregunta que flota en el pensamiento académico; ¿nacimos con leyes a la época republicana?, época que vivió Bolivia calificada como la más desastrosa. Y algunos investigadores afirman que esa época fue la más caótica y sangrienta de la historia boliviana, donde toman el mando los intelectuales académicos que generan la toma de poder por CAUDILLOS militares, y que tienen una larga data gobernando.
Volvamos al presente y a la domesticación de esa fauna de soldados que están convertidos solamente en la extensión del pensamiento masista uniformado; que cambió el “señor presidente” por el “hermano presidente”; porque deducimos que sus leyes, normas, reglamentos que exigen cumplimiento de la FFAA (sin discusión), señalan procedimientos constitucionales para lograr el máximo ascenso a general. Pero, curiosamente, este grado no se obtiene en el interior de la institución armada, sino que infelizmente termina en el cubil de senadores. Al respecto, en estos días se produjo una degradación de generales que ascendieron por disposición del Legislativo y conocimiento del Ejecutivo, y que fue firmado y ejecutado en un solemne acto en el Palacio Quemado por el Presidente Constitucional anterior. Por tal reciente degradación, hoy vuelven a ser coroneles; ¿qué está sucediendo? Afirmativo, ¡el Señor se va a enojar! ¿Habrá enojo?, ¿habrá ira? ¿Cuál será la actitud de la milicia? ¿O seguirá siendo una institución de defensa sin defensa? Lo cierto es que esta actitud ya no tiene trascendencia, pero sí tendrá futuras repercusiones por ese proceder dictatorial del MAS con las FFAA, lo que generará la aparición de caudillos uniformados y engalonados.
¿La sociedad civil apoyará o rechazará esa actitud?
Esta nota no constituye bullyng para la milicia.
José R. Carrasco P.
C.I. Nº 575614
Luis Céspedes P.
C.I. Nº 8361947
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