sábado, septiembre 28, 2024

Servir o servil

Cuando asistes a un lugar, que puede ser un supermercado, una institución educativa, empresa, gasolinera, hospital, debe existir la persona que te atiende, cualquiera sea el sitio desde que entras al local, así como si fuese el caso de alguna dependencia o área que visitas o asistes.
Para atenderte no debe haber edades –es espectacular que algo tan sencillo, como al cruzarte con alguien, te dé y des los buenos días o al menos con una sonrisa–, para demostrar una norma de educación. Ser servicial, entiéndase “Que sirve con atención y diligencia”; “Que siempre está dispuesto a hacer favores, ayudar y satisfacer a los demás”.
Dar un buen servicio evidencia, sin duda alguna, “la cara” de la empresa y, en general, institución que te brinda dicho servicio, que se manifiesta no solo con la palabra de la persona o de las personas, sino además con el porte de la persona, la vestimenta, la limpieza e higiene del local y alrededor del mismo.
Una persona que tenga la función de servir (¿quién no?), debe tener un conocimiento necesario y suficiente para dar una respuesta positiva que satisfaga el interrogante del usuario, y de no poder hacerlo, al menos indicar la instancia con la cual podrá comunicarse y ser atendida lo antes posible y en la medida de las posibilidades, evitando, por supuesto, la burocracia. Recordemos la frase “Venga mañana o llame, que la persona que usted solicita, no está en este momento”.
¿Y en el caso de servil? Si bien etimológicamente servir y servil provienen de la misma raíz, “al servicio de”; profundicemos con su acepción o significado: “Persona que muestra una actitud exageradamente humilde y servicial ante los superiores o poderosos, generalmente para obtener un beneficio”; ¿sinónimo? Adular.
Indiscutiblemente aprecio que son dos palabras antagónicas, una es un valor, la otra un anti valor; una persona en cuya responsabilidad está acatar orientaciones, sin tener criterio alguno, independientemente del puesto de trabajo y las funciones inherentes al cargo; sus aportes serán nulos, será una máquina de decir sí a todo; Tal vez la excepción la sean las instituciones vinculadas al cuidado del orden, pensando en aquellos que no tienen responsabilidad alguna, sino ejecutar justamente órdenes.
Todas las personas tienen derecho a opinar y, sobre todo, para aquellos que ocupan responsabilidades y orientan y orientan, siendo comunicador de un “solo lado”, por favor, pida criterios, escuche, retroaliméntese al menos con su círculo más estrecho y no solo “con la almohada”; es más, no escuche aplausos de un solo lado, no se engañe, ello no ayuda para algo.
Una persona que sirve debe ser diligente y dar respuestas con prontitud; una persona servil evidencia una baja estima y sumisión. Es posible que hayamos sido serviles en algún momento, lo que, si bien no es pecado mortal, pero realmente tú piensa y cambia, reconduce tu comportamiento, tus metas y tus prioridades y serás una mejor persona.

El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas.

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