Uno de los principios de la práctica de mindfulness es permanecer en el momento presente, por lo tanto, para mejorar tu productividad se recomienda no acumular tareas simples.
Agrupa tus tareas en categorías. Por ejemplo, revisa y contesta correos dos veces al día.
Dale importancia a tu cuerpo y sus necesidades. Como mínimo, levántate de la silla, estírate y muévete al menos una vez cada 45 minutos. ¡Recuerda hacer tus pausas activas!
Cuando te sientas agotado, busca un lugar tranquilo donde pueda cerrar los ojos, respirar profundamente y centrarte nuevamente.
Vale respirar otra vez. Prueba este ejercicio: inhala mientras cuentas hasta cuatro, a un ritmo pausado. Sostén por un segundo mientras te relajas. Ahora exhala contando hasta seis.
Ten en cuenta tu propósito final no es cumplir un plazo, sino tener un día feliz, disfrutando lo que haces.
Elimina las distracciones que puedas. Mantén el orden, y siempre limpia tu escritorio antes de empezar y terminar la jornada laboral.
Convierte las situaciones negativas en oportunidades. Haz una pausa y reflexiona sobre esos momentos que sientes negativos y piensa cómo estás reaccionando y cómo podrías afrontarlos de una mejor forma.
Enfócate en lo positivo de tus errores y busca aprendizajes.
Escucha con atención a tus compañeros y piensa antes de intervenir en las reuniones.
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CREDITOS TAPA
MODELO: AITANA TUFIÑO
FOTOGRAFÍA: SERGIO CHUQUIMIA