Ucrania.- La ciudad de Zaporiyia asume que en los próximos días será la nueva línea de combate entre las fuerzas armadas de Ucrania y las tropas de Rusia que responden a las órdenes de Vladimir Putin. Ese futuro bélico inevitable no cambia el humor de la ciudad, que se aferra a sus tradiciones y a sus hábitos.
El sábado existe el rito católico de tocar la campana cuando terminó la misa y de recorrer los mercaditos para comprar una ganga a mitad de precio. Y la costumbre continúa pese al ruido brutal de las sirenas que alertan sobre un eventual ataque de misiles enemigos.
La batalla de Zaporiyia comenzó dos días después de la invasión y hasta hora la ofensiva rusa es lenta y en constante avance. Las tropas de Moscú van corriendo la línea de batalla y los disparos ya se escuchan nítidos en el centro de la ciudad, que está a sesenta kilómetros del frente de combate.
Las fuerzas de ocupación controlan la ciudad de Melitopol, muy cerca de Zaporiyia, y su intención es introducir el uso del rublo en la zona. De esta manera, no solo Moscú tendrá control de un territorio clave en su nueva ofensiva militar, sino que además podría manejar una parte de la economía local a través del rublo.
«El frente de batalla está muy cerca. Y todos tenemos miedo. A la noche se puede ver en el horizonte los flashes de los obuses y el ruido de la metralla es ensordecedor. Pero mientras tanto nos quedamos acá, es nuestra ciudad», asegura Valerina Cherepanova, que es voluntaria en la iglesia de Zaporiyia.
La ofensiva ordenada por Moscú apunta a forzar la retirada de las Fuerzas Armadas de Ucrania y a destruir su cadena de producción de armamento propio. Putin conoce que Estados Unidos y Europa son los principales proveedores de armamento en el esfuerzo bélico de Ucrania, pero de todas maneras utiliza misiles propios para destruir empresas locales y sembrar terror en la ciudad de Zaporiyia y pueblos de cercanía.
Hace dos días, aunque ya no era una pieza clave del aparato productivo destinado a la fabricación de armamentos, un misil ruso cayó en una planta de aluminio que casi estaba en desuso.
El 9 de mayo es una fecha clave para la liturgia histórica de Rusia. Ese día, Josef Stalin aseguró que los nazis habían sido derrotados en Berlín. Putin pretende usar esa fecha histórica para exhibir sus avances ofensivos sobre Ucrania, y desea que Zaporiyia aparezca en rojo en su nuevo mapa de Europa. (INFOBAE)