lunes, septiembre 2, 2024
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Bolivia antes de la revolución

Desde su fundación en 1825 hasta 1880, Bolivia fue gobernada por caudillos que se disputaban el poder para dominarlo, sin preocuparse por su desarrollo, ni siquiera de organizar al país y crear instituciones. Las excepciones han sido Andrés de Santa Cruz, José Ballivián y José María Linares. Los gobiernos se preocuparon muy poco del departamento del Litoral, que fue ocupado por empresas y habitantes de Chile. Solamente Aniceto Arce se preocupó de que el país tenga presencia en su territorio marítimo, se propuso construir un ferrocarril que lo uniera al resto del país. El ferrocarril fue construido después que se perdió el territorio. El gobierno de Hilarión Daza imprudentemente dio el pretexto a Chile, con el impuesto de 10 centavos, para ocupar violentamente el departamento del Litoral. Bolivia no estaba preparada para defender su territorio marítimo, hubiera sido mejor dejar que Arce construyese el ferrocarril y empezar a sentar soberanía en el Litoral.
La guerra encontró a Bolivia sin fuerzas armadas y con una economía incipiente basada en la minería, que operaba según los métodos que se usaba en la colonia. Todavía no habían llegado al país los adelantos que se habían producido con la revolución industrial. La agricultura y la industria se encontraban sin desarrollarse. El país carecía de medios de comunicación.
Un esfuerzo de progreso fue realizado por Aniceto Arce con la organización de la empresa minera Huanchaca, que él levantó desde una empresa minera deficitaria hasta convertirla en una pujante empresa internacional, inicialmente yéndose a trabajar a la mina, introduciendo maquinaria, mejores métodos de explotación, contratando técnicos calificados (que necesariamente tenían que ser extranjeros) consiguiendo capitales de inversión e introduciendo una administración eficiente. La agricultura y la industria todavía no comenzaban a surgir. La tierra pertenecía a las comunidades indígenas y a los propietarios de la clase criolla. La producción agrícola a lo máximo era para la subsistencia y para abastecer a las ciudades y a las minas. Aniceto Arce construyó el ferrocarril para unir al Litoral perdido con el territorio nacional, sin que le cueste un centavo al Gobierno Nacional. La línea de ferrocarril llegó hasta Huanchaca y Oruro. Durante su Gobierno fueron construidos caminos, telégrafo y otras obras de infraestructura que no tenía el país. Se le considera como el “artífice de la introducción de la revolución industrial en Bolivia”.
Recién después de la derrota en la batalla de Tacna, el país comenzó a edificarse. De 1880 a 1920 los gobiernos fueron elegidos mediante elecciones, restringidas a una parte pequeña de la población, pero mejor que el esquema de golpes de estado de los caudillos. En este periodo gobernaron primero los conservadores y luego los liberales. Se desarrollaron los tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, se construyó la red de ferrocarriles en el altiplano con conexiones a las ciudades de Cochabamba, Sucre y Potosí y se introdujeron otros adelantos que produjo la revolución industrial.
En el norte, en el territorio del Acre se produjo un nuevo intento de ocupación que fue controlado, pero para evitar una confrontación con Brasil se tuvo que ceder territorio, para conservar el que tiene el departamento de Pando, donde Nicolás Suárez instaló una empresa explotadora de goma, que junto con la plata fue otro producto de exportación y de ingresos para la economía boliviana.
Cuando la plata perdió su importancia como producto de exportación, fue reemplazado por el estaño. También el poder político se trasladó de Sucre a La Paz. Surgió Llallagua, como centro de gravedad de la actividad minera, en reemplazo de Huanchaca. En esta montaña surgieron tres empresas, una de ellas la empresa de Simón I. Patiño, quien desde una sociedad con un propietario de una mina que no rendía, edificó una empresa de alcance internacional. Patiño comenzó yendo a trabajar a la mina, seguido de su esposa y con una administración eficiente, maquinaria adecuada y métodos modernos de explotación, logró convertir a esa pequeña mina en una de gran rentabilidad, gracias también al mineral de estaño de alta ley que contenía. Para reducir los costos de transporte, Patiño hizo construir un ferrocarril desde Uncía hasta Machacamarca, para unirse a la red nacional de ferrocarriles.
Mediante golpe de estado los republicanos tomaron el poder en 1920 y gobernaron hasta 1934, cuando el presidente Salamanca fue derrocado en Villamontes, por los militares que conducían la guerra. La Guerra del Chaco, que se produjo entre 1931 y 1934, significó un enorme esfuerzo que hizo el país, para combatir en una región inhóspita y alejada de sus centros de población. De 1934 a 1952 el país fue gobernado por los militares que fueron parte de los mandos de la guerra y por un gobierno civil, hasta que se produjo la revolución nacional, cuando el presidente Mamerto Urriolagoitia desconoció la victoria del Movimiento Nacionalista Revolucionario en las elecciones de 1951 y entregó el gobierno a un militar. (Continuará).

Oscar Espinosa García es
ingeniero civil.

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