Presencia de símbolos revolucionarios franceses

Es conocido por la historiografía actual el profundo interés que tuvieron los revolucionarios altoperuanos por las ideas y pensamientos de los enciclopedistas franceses como Voltaire, Rousseau, La Fontaine, Condorcet, Diderot, Descartes y d’Alembert, entre otros. Además, resguardaban en sus bibliotecas las principales obras de los citados pensadores, como, por ejemplo: ‘El Espíritu de las leyes’ de Montesquieu, registrado en el librero personal del protomártir Pedro Domingo Murillo.
Por otro lado, en Potosí se celebraron reuniones en las que bebían a la salud de la Gran Revolución y la Libertad. En 1795, se informaba al virrey que “los partidos de La Paz se hallan conmovidos y que en el de Achacache se ha levantado el árbol de la libertad, igual al que los insurgentes de Francia habían erigido en su desgraciado país”, citado por el célebre historiador Ricardo Caillet Bois en su obra: ‘Ensayo sobre el Río de la Plata y la Revolución Francesa’ (1929)
Posteriormente, como mencionó Antonio Díaz Villamil, “el auxilio cultural de Francia se hizo presente, se puede decir, al siguiente día mismo de la creación de la República”, y es en este contexto que fueron adoptados los siguientes símbolos de la Revolución Francesa en el primer Escudo de Armas, creado mediante decreto, el 17 de agosto de 1825: gorro frigio (Art. 6.- A la cabeza del escudo se veré la gorra de la libertad), el árbol de la libertad (Art. 4.- En el cuartel del medio, en el costado irá grabado sobre campo blanco, el árbol prodigioso denominado del pan), la escarapela o cucarda, máximo símbolo de la libertad e independencia (Art. 7.- La escarapela que han de llevar los ciudadanos de la República será bicolor, como sus banderas, es decir, entre verde y punzó, y una estrella color de oro en el centro) y, por último, el uso del término de ciudadano, palabra símbolo de la Revolución Francesa que fue utilizado como un sinónimo de ‘patriota’ u ‘hombre libre’.
Por otro lado, entre los símbolos incorporados en la primera moneda decretada en la misma fecha, resalta en uno de los lados: un árbol de la libertad, coronado por cinco estrellas. Pero en esta ocasión los asambleístas de 1825 eligieron a la khiswara, especie propia de los valles o cabeceras de valles, como representación del árbol de la libertad.
Posteriormente, muchas monedas acuñadas en los siguientes años en las Cecas de Potosí y La Paz mantuvieron la iconografía revolucionaria de la khiswara o, más adelante, palmeras cocotero de montaña. Pero incorporaron en las medallas el gorro frigio, Patria o la República, personificada por una mujer vigorosa y la Constitución, ley fundamental, representada de diversas maneras. Algunas veces rodeada por ramas de laurel o reposando sobre un altar.
De esta manera, en esta breve nota rescatamos la influencia de símbolos revolucionarios franceses en la naciente Bolivia.