Roger Federer lo había dejado caer unas horas antes y lo confirmó ayer por la mañana: como medida de precaución para un cuerpo aún convaleciente, y con la mente puesta en Wimbledon, el suizo decidió abandonar Roland Garros la víspera de su partido de octavos de final, una ronda en la que perdió horas después Serena Williams.
Y eso que la victoria en tercera ronda, en el que pudo haber sido el último partido sobre el polvo de ladrillo parisino del elegante tenista suizo, se logró bajo el anonimato de una sesión nocturna a puerta cerrada debido al toque de queda en Francia.
“Después de haber hablado con mi equipo, decidí que debía retirarme del torneo de Roland Garros hoy (domingo). Después de dos operaciones de rodilla y de más de un año de rehabilitación, es importante que escuche a mi cuerpo y que no vaya demasiado rápido”, declaró el suizo.
Tras regresar a la competición en marzo luego de dos operaciones en la rodilla derecha en 2020, el suizo hizo de Wimbledon, donde sueña con un 9º título.
Federer abandona el Roland Garros
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