Los Barones del Estaño (3)

Continuando con esta historia referida a los personajes del título, en esta oportunidad me referiré a otro de los barones, se trata de Mauricio Hochschild. En primer lugar, haré una síntesis de la biografía de este personaje, tomando como referencia el libro de León E. Bieber: “Dr. Mauricio Hochschild” (Imprenta Topam. Editorial El País, Santa Cruz de la Sierra, 2015).
Bieber resume la biografía de Hochshild así: «Hijo de un comerciante de ganado, maderas, productos de segunda mano y cachivaches, Moritz Hochschild nació en 1881 en el seno de una familia judía ortodoxa de clase media en la pequeña ciudad alemana de Biblis, cercana a Francfort sobre el Meno. Entre 1900 y 1905, cursó estudios superiores en la renombrada Escuela de Minas en Freiberg en Sajonia, donde se graduó como licenciado en ingeniería de minas en ese último año. En 1921, ella le otorgó el título de doctor en la misma especialidad, vale decir en 1905, contando 24 años de edad, comenzó a trabajar en la Metallgesselschaft AG en Francfort sobre el Meno, la cual, entre aproximadamente entre 1890 y 1914, «probablemente fue la empresa comercializadora de minerales y de metales más poderosa en el mundo» (Waskis 2001:4). Al poco tiempo de su ingreso a esa Sociedad Anónima, ésta lo envió primero a España (Madrid) y, seguidamente, a Australia, donde, entre 1908 y 1911, trabajó en calidad de administrador de una mina de cobre. En este último año se dirigió por cuenta propia y con una letra de crédito apreciable, otorgada por un tío acomodado residente en Londres, a Chile, donde en la región septentrional, en la cual existían muchas minas pequeñas y medianas, se desempeñó con gran éxito como comprador y exportador de minerales hasta 1914. En esta calidad de rescatador de minerales su radio de acción comercial fueron centros mineros en Antofagasta, Iquique, Taltal, Tocopilla y alrededores, en tanto que su oficina central se encontraba en Valparaíso. Con el tiempo también se convirtió en representante de ventas de maquinaria, equipos, materiales y grandes instalaciones industriales. Durante la Primera Guerra Mundial vivió en Alemania. En 1919, regresó a Chile y en 1921, pasó a radicar a Bolivia, país que había de convertirse en su principal residencia en los subsiguientes 23 años, vale decir hasta 1944».
Para no extenderme mucho, a partir de 1921, avizorando el futuro minero que ofrecía Bolivia, se trasladó a nuestro país, donde fue el primer comprador de minerales y convirtió el rescate en la principal actividad industrial. Como resalta Bieber: «en todo caso, fue su labor inicial como rescatador de estaño y de diversos minerales la que básicamente determinó su éxito futuro como gran minero». «Escasamente un año después de su arribo a tierras bolivianas abrió una agencia para comprar minerales en Oruro. En 1923 una en Potosí y otra en Tupiza, en 1924 en la ciudad de Arequipa (Perú) y en 1926 estableció una oficina en La Paz. Todas eran subsidiarias de la Mauricio Hochschild and Co, cuya sede central continuaba en Valparaíso. Vale decir que, hacia mediados de la tercera década del Siglo XX, aquel conglomerado de oficinas ya constituía una empresa mercantil multinacional».
Para concluir: «dos factores facilitaron el rápido crecimiento de su empresa: el crecimiento legal de su compra de minerales y el clandestino, proveniente del robo, los cuales recibían un precio ínfimo. La elevación extraordinaria del precio del estaño en el mercado mundial entre 1922 y 1927. Los bajísimos salarios a sus trabajadores, incluyendo los de cargos superiores y finalmente, la fuerte evasión de impuestos”.
Otro detalle importante para su enriquecimiento: «en plena crisis económica mundial, en 1932, don Mauricio se convirtió en dueño del 64% de la Compañía Minera de Oruro S.A. con la cual pasó a controlar otras sociedades mineras».
Siguen otras historias que refuerzan la forma en que se hizo un empresario muy rico.
Continuaré con otros aspectos relevantes la próxima semana.