La minería seguirá como fortaleza de la economía

Un grupo de empresarios y trabajadores mineros, en charla informal, dijeron: “Podemos incrementar nuestro trabajo y seguir como cabeza de la economía nacional”. Uno de los obreros señaló: “¿Será posible que el gobierno siga nuestros pasos?”. En cuanto sea posible superar las consecuencias de la pandemia, podría asegurarse que el pueblo reaccionará positivamente porque, instintivamente, habrá urgencia de terminar los sufrimientos, rehacer las pérdidas, recuperar los terrenos perdidos y demostrar que podemos ganar batallas, por cruentas que sean. No deberían existir motivos ni causas para postrarse en una especie de rendición, cuando las condiciones físicas de la mayoría pueden servir para resolver todo problema, por difícil que sea.
Muchos países han resurgido de los escombros que han dejado las guerras, las consecuencias de las enfermedades, las falencias económicas y la pérdida de grandes contingentes de personas que perdieron la vida, ¿qué determinaría que nosotros no podamos reaccionar y obrar con nuestras energías? Es urgente que, recurriendo a lo que sabemos y podemos, haya reacción general del pueblo renunciando a la antigua costumbre de esperar ayudas o cooperación internacional y, si la hubiese, hacerla fructificar y multiplicar las condiciones y medios para ganar nuestras batallas en pro del desarrollo. Somos país minero, nuestras minas han sido escasamente explotadas y hay mucho por hacer con miras a lograr grandes cantidades de toda clase de minerales, como muchas veces organizaciones mineras del mundo han reconocido.
Oruro, Potosí, La Paz, Chuquisaca y Tarija pueden encabezar decisiones enérgicas para rehacernos. Santa Cruz, empezando por el precámbrico, tiene mucho para explotar. Beni y Pando seguramente poseen ingentes riquezas que juntando con la minería de joyas de Santa Cruz podría alcanzar altos índices de producción. ¿Qué nos imposibilita? ¿Por qué creer que seguiremos reatados a la dependencia y a la explotación mínima de nuestras minas, cuando bien sabemos que es posible explotarlas “en grande”, utilizando los casos y experiencias de las inversiones tecnológicas, de muchos profesionales cuyos servicios aprovechan otras naciones?
También se debe aprovechar la experiencia y capacidad de millones de obreros mineros y empresarios medianos y chicos debidamente formados. Y universidades que tienen estudiantes que van aprendiendo y perfeccionando técnicas y conocimientos generales que han enriquecido la economía de sus países. Nos referimos a la explotación minera para una industria pesada que siempre demanda cantidades importantes de mineral para un crecimiento que ahora, con doble motivo, requerirá poner en práctica para recuperación de lo perdido, ante las desgracias sufridas y que aumentaron con el coronavirus que privó al país de grandes valores humanos y cuyos familiares y amigos buscan con avidez que se emprenda la misión de recuperar lo perdido.
Podemos y debemos emprender la lucha por el desarrollo que significará, además, ganar entusiasmo, capacidad, profesionalismo, tecnificación, experiencia, voluntad y gran capacidad para responder a batallas muy difíciles, pero no imposibles de ganar.