En la ciudad de los Ángeles, en Estados Unidos de Norte América, se han reunido los representantes de varios países de las tres Américas, en la novena versión de la Cumbre de las Américas, cuyo anfitrión fue el gobierno de USA, en la que fueron tratados diversos temas que interesan a los países que conforman América.
Entre los varios temas que se ha considerado están como importantes el problema de las migraciones precisamente a EEUU; la democracia que necesita fortalecerse, las relaciones comerciales y económicas, la pandemia del Covid-19, etc., pero fundamentalmente la democracia que importa a su vez el respeto y vigencia de los derechos Humanos, que es el tema que más nos interesa, junto a la crisis económica que en diversos grados está afectando a los países del mundo y en especial de América, en buena medida como efecto de la pandemia y deficientes gestiones de gobierno de muchos países.
A este importante evento no han sido invitados los gobiernos que han implantado atroces dictaduras que atropellan los más elementales derechos humanos de los ciudadanos de esos países, y que han producido la migración de millones de individuos en búsqueda de mejores condiciones de vida, pues esas sociedades han sido llevadas a la miseria socio-económica, además huyendo de la violencia y persecución política.
Los autócratas y sus amigos ideológicos se adelantaron a anunciar que no asistirían a la cumbre, pese a que todavía no se habían emitido las invitaciones, señalando: como no me van a invitar, adelanto mi no asistencia. Ante una invitación uno puede declinar asistir a la misma, pero es absurdo decir no asistiré, sin haber sido invitado.
Lo cierto es que Cuba, Nicaragua y Venezuela no fueron tomados en cuenta, habida cuenta que son países gobernados por regímenes dictatoriales que siguen la línea populista de izquierda del Foro de San Pablo y Puebla. A esos anuncios de no asistencia a la cumbre, se adhirieron algunos gobiernos afines ideológicamente a tal populismo, como México y Bolivia. México está gobernado por el populista Manuel López Obrador, que envió un avión expreso a recoger al expresidente Evo Morales que huía de Bolivia, además se descubrió que, en las elecciones de octubre de 2019, en las que se montó un grosero fraude, unos individuos de nacionalidad mexicana operaban servidores informáticos externos, los que buscaron refugio en su embajada.
Como dijimos en otras notas, en el mundo estamos frente a dos opciones, o las dictaduras neocomunistas o las democracias liberales, el desarrollo y progreso o el retroceso al hambre y miseria, la libertad o la esclavitud ideológica, no quedan otras opciones. Los países que tienen regímenes de gobierno democráticos o de aproximación democrática, seguramente ratificaron su compromiso de precautelar las libertades democráticas que van en consuno con el desarrollo y progreso humano.
La no presencia anunciada por el gobierno boliviano al evento, además de aislarnos del contexto del mundo democrático, nos enmarca entre los regímenes autoritarios del populismo neocomunista y señala un extravío en la política exterior del país, que debería tener relaciones amistosas con todos los países, en especial con los que no interesa una relación amistosa en consideración a nuestros intereses, pues ¿que nos compran Cuba o Venezuela?
En la anterior semana visitó el país el señor Joaquín F. Monserrate, funcionario del Departamento del Estado de USA, que insistió en la necesaria presencia del presidente boliviano a tal cumbre, con el argumento del supuesto régimen democrático boliviano. Creemos que considerar una democracia solo porque emergió de unas elecciones, es un criterio restringido, pues no olvidemos que Adolf Hitler y Hugo Chávez fueron también elegidos por el voto, pero después establecieron regímenes dictatoriales.
La democracia es fundamentalmente vivir en libertades plenas, con órganos o poderes independientes, estado de derecho pleno y fundamentalmente con irrestricta vigencia de los Derechos Humanos, entre otras características.
El autor es Abogado, Politólogo, escritor y docente universitario.