A sus 20 años, la princesa Elisabeth de Bélgica lleva la delantera de la nueva generación de herederas europeas, como futura reina de Bélgica, cuenta ya con su propia agenda institucional como heredera del trono.
Recientemente cumplió su primer acto oficial en solitario para bautizar un buque científico en Gante. La hija mayor de los reyes Felipe y Matilde de Bélgica volvió a aparecer sin sus padres en la Universidad Católica de Leuven, donde inauguró un laboratorio de impresión 3D que lleva su nombre.
La duquesa de Brabante realizó un recorrido guiado por las instalaciones del laboratorio, probó las herramientas con que está equipado, y desveló una placa conmemorativa de su visita.
La heredera vestía un conjunto de Emporio Armani compuesto por un pantalón de lino blanco y una chaqueta con un acabado de jacquard damero en tonos beige, así como una cartera de mano blanca y unos pendientes con un diseño en forma de pez. La cartera es de la firma de lujo italiana Furla y pertenece a su madre, la reina Matilde, mientras que los pendientes son de la marca estadounidense J. Crew.
Elisabeth estudia desde el año pasado historia y política en el Lincoln College de la Universidad de Oxford. Ahora que ha completado el primer curso de su carrera, ha incrementado su presencia en la vida institucional de su país, donde se espera que el próximo 21 de julio sea una de las protagonistas del desfile de la fiesta nacional de Bélgica.