Informaciones confusas sobre varios problemas causan daño

Causa alarma en la población el hecho de que en las últimas semanas circulan variadas informaciones sobre diversos aspectos de la vida nacional. En primera instancia, “el coronavirus habría sido superado” y son difundidas informaciones en sentido de que especialmente en la niñez sigue atacando con mucha fuerza, hasta el extremo de que hay muchos menores amenazados por el mal. Se dice, con mucha soltura, que la viruela del mono habría causado algunas víctimas y, por otra parte, que nuestro país no tiene que lamentar la presencia de esa enfermedad contagiosa. Que hay enfermedades que habrían adquirido otra vez cuerpo e importancia y las víctimas suman centenares, pero se dice a la vez que “han sido superados muchos males que confrontábamos en el pasado y no se debe lamentar hechos extremos de contagios”. Así, tan solo en el campo de la salud se da cifras e informes que confunden y dan lugar a que las comunidades en diversos puntos del país se vean angustiadas, especialmente cuando debe atender la educación de sus hijos.
Por el lado político, se afirma que el expresidente Morales estaría haciendo propaganda por su retorno, especialmente en regiones del Chapare cochabambino y que hay sectores de cocaleros que lo apoyan, pero, por otro lado, se expresa que “Morales ya no puede retornar porque muchos pueblos lo rechazan”. Igualmente, habría división muy seria en filas del masismo y, por otro, se dice que hay unidad que da consistencia al partido que estaría haciendo propaganda a favor del expresidente o, por lo menos, del exvicepresidente que, a su vez, es rechazado. También se hace referencias a conductas de las otras fuerzas partidistas que “estarían divididas” y otras que sostienen que hay unidad. Seguir señalando otros casos, sería vano y hasta peligroso porque cada versión cambia al calor o voluntad de quienes propalan lo que conviene en el momento.
Mucho se dice y se lastima a la población, que querría contar con informaciones precisas sobre lo que ocurre y no verse llena de dichos y hechos que confunden y dañan. Si a todo lo que a nivel oficial circula, se añaden otros de índole privado, los problemas adquieren dimensiones especiales. Así, por la diversidad de situaciones que se vive (o que se inventa) tiende a tener cuerpo el dicho: “Pueblo chico, infierno grande”, donde verdad y mentira calan fuerte en la mentalidad en parte de la población propensa a recibir dimes y dichos sin o con importancia, pero que deberían ser rechazados, la mayoría por falsa y disparatada.
Situación tan anómala debería obligar al gobierno o desmentir lo que corresponda y confirmar lo cierto. Medios de comunicación, públicos y privados, cooperarían en desmentidos cuyo crecimiento causaría mucho daño a la población, dando espacios a otros mensajes inconvenientes para el país y hacer una labor positiva difundiendo actividades culturales y mostrando espacios de la nación que no son conocidos.