Actualmente, el filósofo y antropólogo francés Edgar Morín es un referente en el mundo académico, quién trata, analiza, investiga e intenta construir soluciones a problemáticas educativas del universo. A pedido de UNESCO, escribió en la década pasada el texto titulado: “Siete saberes necesarios para la educación del futuro (2000)”, donde plantea siete ejes centrales para: “reestructurar el ámbito educativo, de modo que en verdad “forme” personas capaces de responder a los desafíos actuales”. Entonces, saberes y conocimientos necesarios para superar problemas en el sistema educativo son los siguientes:
1) Comenzar del error y las ilusiones: considerando, “enseñar saberes y conocimientos a los estudiantes, (para que) sean capaces de motivar a la crítica del propio saber y conocimientos, porque la búsqueda de la verdad exige reflexión, cuestionamiento, crítica y corrección de errores (en la práctica docente)”.
2) Ofrecer conocimientos pertinentes: “…capacitar a las personas para que puedan identificar saberes y conocimientos clave, tomando en cuenta el contexto, la interacción entre lo particular y lo general (trabajando bajo visión de la multidimensionalidad de los conocimientos)”.
3) Enseñar la condición humana: que significa “reconocer la doble condición del ser humano, como individuo con una identidad particular, a la vez como miembro de una colectividad o comunidad, donde deben desarrollar los estudiantes la razón-afecto-impulso”.
4) Hablar sobre la identidad terrenal: “La educación debe tomar una perspectiva planetaria”; significando desarrollo intelectual, afectiva y moral que debe producirse a nivel global; conocimiento real e integrador para solucionar grandes problemas del planeta: contaminación ambiental, desmonte y quema de bosques, deshielo de los glaciares, etc. Porque la patria de todos es la tierra donde vivimos…”.
5) Enfrentar las incertidumbres: «porque la realidad es dinámica, mutable… lo incierto no sólo se refiere al devenir del futuro, sino a la validez del conocimiento, el no saber ‘a ciencia cierta’, es la constante”.
6) Desarrollar la comprensión: “…comunicación no es comprensión, afirma el autor; implica el entendimiento de los códigos de ética diferentes, ritos, costumbres y opciones políticas, que sí concuerdan o encajan con nuestras ideas de ‘apertura empática hacia los demás’, sin atentar la dignidad humana”.
7) Ética del género humano: implica la promoción de “prácticas democráticas y respeto por la diversidad, para evitar la dictadura de las mayorías”. Somos una misma especie y en eso radica lo esencial, somos ciudadanos planetarios”.
Concluye sugiriendo a las autoridades que la aplicación de estos saberes, ejes y principios necesarios para el futuro de la educación: será posible concretar en el mundo, reformando, transformando el currículo escolar desde nivel primario hasta el sistema universitario (coherencia e integración), con el objeto de no dividir conocimientos, sino integrar y enseñar lo pertinente a la realidad local y planetaria.
En nuestro país, coexisten sistemas educativos de educación regular y sistema universitario, totalmente separados en cuanto a la integración de los saberes y conocimientos que se debe enseñar a los estudiantes en las escuelas y aulas universitarias. Corresponde diseñar, elaborar, actualizar currículos de alcance planetario, si no queremos languidecer y perecer intoxicados con grandes problemas del mundo.
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