lunes, septiembre 2, 2024
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La percepción Origen, importancia y relación con los problemas de aprendizaje

La percepción es un concepto psicológico con una gran variedad de significaciones. Para el caso nos referiremos a la percepción sensorio-motriz que está ligada al movimiento. El bebé percibe sensaciones, a través del desarrollo progresivo de sus sentidos desde los primeros meses de vida y va percibiendo cada vez con mayor claridad el mundo que le rodea a través de los estímulos que recibe del mundo exterior.

La percepción sensorio-motriz es el conjunto de estimulaciones visuales, auditivas y táctiles que el niño desarrolla progresivamente desde que nace. Durante esta primera etapa de la vida, cuando todavía no está desarrollada la inteligencia, ni el lenguaje y se tienen formas primarias de comunicación, se utiliza la percepción y el movimiento, así como una creciente coordinación de ambos.

A través de esta coordinación el pequeño logra organizar su mundo. Logra coordinar desplazamientos espaciales y secuencias de tiempo.

Al nacer el bebé no tiene sentido de tiempo y espacio. Esto se va desarrollando en la medida en que sus sentidos van despertando y empieza a percibir el mundo que le rodea a través de la vista, el oído y el tacto; a medida que va desarrollando mayor movilidad el niño tiene mayor relación con ese mundo y se desplaza en él con un sentido creciente de espacio y tiempo.

El Esquema Corporal

Los términos esquema corporal e imagen de sí mismo aluden a concepto que tiene una persona de su cuerpo y de sí mismo y tiene connotaciones específicas en el desarrollo de la personalidad.

El conocimiento de sí mismo es el fruto de todas las experiencias activas o pasivas que tiene el niño. Este conocimiento es posible gracias al diálogo tónico que implica la relación estrecha del niño con su medio ambiente.

El desarrollo del esquema corporal empieza desde el nacimiento con los reflejos innatos del niño y las manipulaciones corporales que recibe de su madre. Todos estos contactos llegan a través de las percepciones visuales, auditivas y táctiles. Durante esta primera fase el niño vive su cuerpo como algo difuso, fragmentado e indiferenciado de los otros cuerpos.

Poco a poco durante esta primera etapa el bebé empieza a percibir con mayor claridad y a moverse con más precisión lo cual le estimula el percibir con mayor claridad su cuerpo, permitiéndole progresivamente diferenciarlo de los demás. Esta sensación de independencia corporal se afirma cuando el niño empieza la etapa de imitación.

La imitación que hace de sonidos o movimientos emitidos por otros requiere de mayor conocimiento de sí mismo, de las posibilidades de control de los movimientos propios y de la otra persona como modelo. La percepción global del cuerpo de una persona provoca una imagen mental que permite a su vez la imitación diferida, esto se sucede en¬tre los 2 y los siete años, en el período del desarrollo pre-operativo.

En esta etapa la maduración hace posibles movimientos elaborados y controlados que contribuyen a la unificación del cuerpo; por su parte, la aparición del lenguaje facilita el establecimiento de relaciones en¬tre los segmentos del cuerpo.

A los siete años, junto a la estabilización de la dominación lateral, el niño tiene la orientación corporal necesaria para representar el punto de referencia de las adquisiciones y proyecciones espaciales y logra de esta manera una representación coherente de su cuerpo. Esto sucede en el período inicial de la etapa operativa del desarrollo.

La autoimagen o auto concepto y la conciencia del cuerpo es fundamental para el desarrollo de la personalidad y determinante en el proceso de aprendizaje. En la forma que un adulto concibe su cuerpo está la historia de la libertad que ha disfrutado o las represiones que ha padecido en su infancia.

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