lunes, septiembre 2, 2024
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La percepción Origen, importancia y relación con los problemas de aprendizaje

RECORDEMOS QUE…

La Percepción Sensorial es la acción y efecto de percibir. En este sentido, el término percepción hace alusión a las impresiones que puede percibir un individuo de un objeto a través de los sentidos; es decir que es la capacidad de captar a través de los sentidos las señales exteriores, por ejemplo: si el individuo recibe un golpe, de inmediato sentirá un intenso dolor que durará unos minutos.

La elaboración de la lateralidad

Es el resultado de la predominancia motriz de alguno de los hemisferios cerebrales. Durante el primer año de vida hay momentos de aprehensión y manipulación de los objetos unilateral y bilateral. A veces agarramos los objetos con una mano y otras con las dos. Las etapas bilaterales aparecen de nuevo a los 18 meses de nuestra vida y más adelante a los tres años. Se ha observado que hacia los cuatro años de nuestra vida se establece casi en forma definitiva la predominancia lateral; es decir, si vamos a usar predominantemente el hemisferio derecho o el izquierdo de nuestro cerebro. Pero también los estudios establecen que durante los 7 años muchas veces se vuelve a un período de bilateralidad indistinta que más tarde se especializa en forma definitiva.

La lateralidad es de importancia especial para el niño en la elaboración de la orientación de su propio cuerpo y básica para su proyección en el espacio. Los problemas en este desarrollo tienen consecuencia en la vida cotidiana y repercuten en la vida escolar, especialmente cuando se aprende la lectura y la escritura.

La elaboración del tiempo

La elaboración del tiempo sigue un patrón semejante al de la elaboración del espacio. Empieza en la etapa sensorio-motriz y depende de los factores conocidos como la maduración, el diálogo tónico, el movimiento y la acción.

En un principio existe un tiempo vivido, ligado al sueño y a la vigilia, al hambre y a la comida, al organismo y a la acción concreta por lo que existen tantos tiempos como acciones. En la segunda etapa de su desarrollo el niño empieza a organizar la integración temporal, se sitúa en el ahora, en el antes y el después y distingue situaciones simultáneas y sucesivas. Un hecho importante en la elaboración temporal es la percepción del cambio y esto se logra en la medida en que el niño va siendo cada vez más consciente de sus movimientos y acciones.

La elaboración del espacio

La elaboración del espacio sucede simultáneamente con el esquema corporal. Es decir, en la medida que el niño tiene más conciencia de la individualidad de su propio cuerpo y empieza a diferenciar los otros cuerpos empieza a tener noción del espacio.

En los primeros días de su vida el niño se mueve en un espacio pequeño que pareciera ser prolongación de sí mismo. Este espacio se va haciendo más amplio y global y se van diferenciado los diferentes objetos en la medida en la que el bebé desarrolla sus percepciones táctiles, auditivas y visuales. Se amplía aún más al empezar la manipulación de los objetos y todavía más cuando el niño empieza a caminar. Los objetos antes aislados se juntan y aparece un cierto sentido de la dimensión.

Al final de la etapa sensorio-motriz ya existe un espacio global; el niño lo vive afectivamente y se orienta de acuerdo a sus intereses y necesidades. Hasta los tres años el sentido de espacio no tiene formas ni dimensiones y el niño lo vive por sus relaciones concretas de cercanía, orden y separación.

En la etapa preoperatoria de su desarrollo, el niño elaborará una imagen interiorizada del espacio. La significación del lenguaje le permitirá interiorizar y manejar las primeras nociones espaciales: derecha, izquierda, adelante atrás etc. Podrá establecer relaciones entre formas, posiciones y distancias, así empezar a dominar el espacio tridimensional.

Entre los siete y los 12 años o sea en la etapa de desarrollo operativo, el niño es capaz de orientarse en el espacio y de ubicarse con relación a los objetos que le rodean. Esta elaboración es posible gracias a la descentralización que permite al niño encontrar puntos de referencia fuera de su cuerpo y trasladar las nociones espaciales a otros objetos.

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