lunes, septiembre 2, 2024
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En la difícil tarea de conceptualizar la emoción

La emoción es el sistema menos conocido de los procesos cognitivos básicos. La dificultad para definirla, las múltiples formas de entenderla y las complejas metodologías empleadas en su estudio, explican el escaso desarrollo de una psicología de la emoción. Según manifiestan el Pablo Fernández Berrocal Pablo Fernández Berrocal y la Doctora en Psicología y Terapeuta Especialista en Inteligencia Emocional Natalia Ramos Diaz.

La complejidad existente para brindar una precisa y completa definición sobre el concepto de emoción se debe a que el mismo ha sido empleado para denominar a diversos acontecimientos, tanto si eran de origen emocional como si no, generando una dificultad mayor a la hora de de separar los acontecimientos emocionales de otros que en realidad no lo son, y por consiguiente a una cuantiosa cantidad de argumentos inverosímiles y endebles para separar lo que es emoción de lo que no lo es.

Etimológicamente la palabra emoción proviene del verbo latino moveré, que significa moverse, más el prefijo e-, que le aporta el significado de “movimiento hacia”, lo que sugiere que toda emoción implica la activación de la acción.

Existe una gran gama de definiciones sobre este constructo, es difícil recogerlas todas pero con las que se mencionan es posible observar la heterogeneidad y la varianza de acuerdo con los modelos o paradigmas que los sustentan.

Un primer grupo, constituido por autores como Schachter y Singer (1962), Zillman (1971) o Mandler (1975) definen la emoción como la combinación de activación fisiológica y etiquetaje cognitivo que se construye a partir del contexto actual y la historia de aprendizaje.

El segundo grupo de autores, entre los que destacan Tomkins (1979), Izard (1971-1977), considera la emoción como un patrón adaptativo de reacción corporal; es decir, es innata en gran medida, constituida por atributos fisiológicos y motóricos-expresivos, sobre todo faciales.

Lang (1979) y Zajonc (1980, 1984 y 1985) denominan emoción como el fenómeno semántico guardado en la memoria junto a las conductas fisiológicas y motóricas. La perspectiva de este grupo de autores encuadra la emoción en el procesamiento de la información

Salovey y Mayer (1990) definen la emoción como la respuesta organizada que comprende el nivel fisiológico, cognitivo, motivacional y experiencial.

Goleman (1996) por su parte la define la emoción como “el sentimiento y los pensamientos, los estados biológicos, los psicológicos y el tipo de tendencias a la acción que la caracterizan” (p. 418).

Para Fernández-Berrocal y Ramos (2005) una emoción es “un estado de ánimo producido por impresiones de los sentidos, ideas o recuerdos que con frecuencia se traduce en gestos, actitudes u otras formas de expresión”.

Fernández-Abascal, Jiménez y Martín (2003) y Checa (2012), desde una perspectiva multidimensional de la emoción, proponen como definición que se trata de un proceso que implica una serie de condiciones desencadenantes (estímulos relevantes), la existencia de experiencias subjetivas o sentimientos (interpretación subjetiva), diversos niveles de procesamiento cognitivo (procesos valorativos), cambios fisiológicos (activación), que tienen unos efectos motivadores (motivación para la acción) y una finalidad: la adaptación al entorno en continuo cambio.

Antonio Damasio (2006), propone la emoción como un conjunto complejo de respuestas químicas y neuronales, que conforma un patrón distintivo de cualquier otra emoción, que tienen lugar en el cerebro cuando éste identifica un estímulo que desencadena una emoción (es decir, las respuestas emocionales son automáticas) por la evolución o el aprendizaje, dando lugar a un cambio temporal en el estado del organismo de cada individuo y en las estructuras cerebrales responsables del pensamiento, con la finalidad de preparar al organismo para sobrevivir y buscar el mayor bienestar posible.

Las emociones según Bisquerra (2009), son “un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a la acción. Las emociones se generan como respuesta a un acontecimiento externo o interno, pudiendo un mismo acontecimiento generar distintas emociones en diferentes personas”.

En tal sentido, debemos considerar, A manera de conclusión, que la definición de emoción, sea la que se decida escoger, debe tomar en cuenta:

1. Que toda emoción es un estado, proceso complejo y multidimensional, en la que se manifiestan de forma integrada las respuestas neurofisiológicas, motoras y cognitivas.

2. La dualidad emoción-cognición siempre están por naturaleza interrelacionadas, siendo imposible separarlas. Es decir, que la emoción es fundamental para el buen funcionamiento de la razón.

3. El conocimiento emocional es muy valioso e imprescindible para la supervivencia.

Es decir, la emoción está conformada por elementos neurofisológicos y biológicos, que son innatos, filogenéticos e involuntarios. Además, está formada por elementos cognitivos (sociales, culturales e interpretativos) que suelen ser conscientes.

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