Consumo de bebidas alcohólicas, factor de inseguridad ciudadana

El consumo de bebidas alcohólicas en diferentes festividades religiosas es considerado como un factor de integración, pero también como un problema social. Considerando que es elevado el índice de consumo entre los jóvenes de ambos sexos.
Se dice que, en el pasado, el consumo de bebidas alcohólicas era un síntoma de estrés social, pero en la actualidad es considerado como una enfermedad compleja, como una droga que modifica el estado anímico, afectando el sistema nervioso, sobre todo al cerebro, que se vuelve dependiente de esas bebidas, dominando los pensamientos, emociones y acciones del individuo.
Según estudio de la OMS (Organización Mundial de Salud), “En Bolivia la droga legal más consumida es el alcohol, en el país cada persona consume una media de 8,9 litros de alcohol al año, por debajo de Chile que consume 9,6 litros y Argentina 9,3 litros”.
La falta de aplicación de medidas preventivas de orientación y concientización está ocasionando un aumento alarmante de la cantidad de jóvenes, sobre todo mujeres, que deciden consumir bebidas alcohólicas a muy temprana edad, aspecto que en algunos casos incluye actividad delictiva.
Son factores generados por el deterioro del modelo de relaciones sociales, por la grave crisis del modelo económico que crea desempleo, pobreza. Y como consecuencia de ese modelo está el deterioro de lo que se llama, en sociología, relaciones sociales. Una de las expresiones de eso es la violencia, que se da en diferentes sectores, como intrafamiliar, laboral, callejero, hasta terminar en la delincuencia.
Por el consumo de bebidas alcohólicas, jóvenes se ven involucrados en hechos delictivos, que son comprometedores para la familia, según su participación, de acuerdo con procedimientos jurídicos establecidos que marcan el grado de culpabilidad o la inocencia.
Por todo lo expresado, surge la necesidad de aplicar medidas de prevención, protección y control, en relación con el consumo de bebidas alcohólicas e inseguridad ciudadana, con el propósito de enfrentar la actual situación de desprestigio en la que se encuentran los protagonistas.
Ante lo descrito, la Ley 259, Ley de Control al Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas, promulgada el 11 de julio de 2012, restringe el consumo de bebidas alcohólicas. También precautela que ese acto no sea cometido en compañía de jóvenes o menores de edad, sancionando drásticamente no solo al infractor, en el caso del consumidor, sino también a quien expende o comercializa dichas bebidas.
La Policía Boliviana, conforme a sus funciones y atribuciones, en coordinación con otras instituciones, llamadas por ley a precautelar la salud emocional y física de la niñez y adolescencia, interviene oportunamente mediante dispositivos de seguridad, despliegue policial y campañas de prevención, concienciación y capacitación a los adolescentes, padres y tutores, sobre los perjuicios psicológicos y físicos que provoca la embriaguez. Así se reduce los niveles de la violencia intrafamiliar, feminicidios, los altos índices de hechos de tránsito e inseguridad ciudadana, ocasionados por el consumo de bebidas alcohólicas.